La fotodepilación ¿es definitiva?

 La fotodepilación ¿es definitiva?
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La testosterona es la responsable de que el vello masculino sea más fuerte y resistente.

Por ello la fotodepilación es un tratamiento estético cada vez más demandado pero sobre el que aún existe algún que otro desconocimiento, ya que es fácil confundirse ante tantas ofertas existentes en el mercado. Eliminar el vello de zonas como el pecho, la espalda o las piernas fue uno de los primeros ‘retos’ estéticos de los hombres: enfrentarse a los métodos de siempre, como la cera o la depilación eléctrica, requería disciplina y fuerza de voluntad, especialmente si consideramos que tanto la piel como el vello masculino son mucho más gruesos y por tanto, menos flexibles o aptos a la hora de deshacerse de esos molestos pelitos.

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Las nuevas tecnologías aplicadas a la estética han supuesto toda una revolución en este campo, también para los hombres. Los métodos de foto depilación suelen ser los más populares por su condición permanente o definitiva.

La teoría: la energía que contiene el haz de luz o láser es captada por el pigmento natural del pelo (la melanina) y convertida en calor. Este calor quema la matriz germinativa del pelo, que no vuelve a salir. Los tratamientos se suceden en el tiempo de forma progresiva hasta que el pelo desaparece totalmente, y su duración depende mucho de las áreas a depilar: de este modo, zonas pequeñas como ingles o axilas no precisarían de más de 10 minutos de exposición, mientras que la espalda podría requerir hasta una hora.

La cantidad de sesiones que se requieran, también depende de lo fuerte y oscuro que sea el vello, siendo la acción de la testosterona la que influye directamente, aunque lo más habitual es que se sobrepasen de diez sesiones, espaciadas entre cuatro a seis semanas.

El láser y la luz pulsada (IPL) son dos métodos de eliminación progresiva y definitiva del vello, son muy similares pero no exactamente iguales. Si estás pensando en la foto depilación te conviene conocer sus diferencias para elegir el tratamiento que, en tu caso, resulte más rápido y efectivo. Sin meternos demasiado en aspectos técnicos (hay distintos tipos de láser), las principales diferencias radican en las características de la propia luz y en la forma de aplicación.

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