Claves para practicar sexo en la ducha

 Claves para practicar sexo en la ducha
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Dicen que los seres humanos somos una raza perfecta. Inteligentes, autónomos y capaces de realizar todo aquello que nos proponemos, pero sin embargo en muchas ocasiones somos los seres vivos más extraños en la faz de la tierra. Nuestras acciones cotidianas son de lo más virales, hasta que dejamos volar nuestra imaginación para atrevernos a probar todo aquello que consideramos utópico. Una muestra de ello son nuestras relaciones íntimas. Y es que en el sexo, no tenemos límites. Ya no nos conformamos sólo con practicarlo en una cómoda cama, sino que la monotonía siempre está en juego y debemos alimentar nuestro fuego pasional con alternativas originales y picardiosas que sorprendan a nuestro acompañante y satisfaga nuestras necesidades mínimas.

El baño no sólo es un espacio para la higiene y el relax personal o para deshacerte del estrés diario, sino que también es uno de de los lugares más sensuales para practicar el sexo, jugar e intimar con tu pareja en un ambiente húmedo, cálido y con cuerpos desnudos, sintiendo la sensualidad del momento. Un espectáculo de lo más erótico que debe ser preparado meticulosamente. Con el fin de evitar un susto y así disfrutar de una experiencia de los más agradable, a continuación os ofrecemos unos consejos que muchos agradeceréis si decidís darle una tregua a la costumbre.

1. Instala una alfombrilla antideslizante, es primordial. Tanto para practicar sexo en la ducha o no, te salvará en mas de un disgusto, conseguiréis mejor estabilidad y evitarás patinazos a la hora de realizar las varias posturas.

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2. Los preservativos y el agua no se llevan bien, por lo que si el encuentro sexual es con una pareja no habitual y no te sientes cómodo sin usar preservativos, no se acaba el mundo, podéis jugar en la ducha. Besos alrededor del cuerpo, masturbaciones, juguetes sexuales. Vía libre a la imaginación.

3. Hazte con una banqueta o un taburete para cuartos de baño. No es el mueble de baño más bonito, pero si os apetece usarla para estar más cómodos o tener un objeto para agarrarse, mejor que mejor.

4. No hace falta jugar a ser el rey del Kamasutra. Ya sabemos que es un ambiente que incita al erotismo extremo y a la experimentación, pero no te fuerces, intenta realizar posturas sexuales simples.

5. No te cortes, pon música. El agua de la ducha suele camuflar los sonidos que emitimos cuando practicamos sexo, pero dependiendo del nivel pasional que estemos empleando, puede que necesitemos la ayuda de algún sonido de fondo algo más fuerte. Si os animáis, no pongáis música relajante, poner música que suene de verdad.

6. Los preliminares son importantes. Insinuaciones, caricias, unos besos o simplemente de forma directa. Sea como sea, cúrratelo. Si no le apetece, no pasa nada, mientras esté en la ducha, le gustará que te unas a él, y puede que aquí tengas tu oportunidad.

7. Juega con la temperatura del agua. Agua fría (Únicamente en verano) o templada, pero ¡nunca ardiendo! Sentid como el agua recorre vuestros cuerpos húmedos y fundidos. Si la ducha es de teléfono, se puede estimular directamente los genitales y las zonas erógenas.

8. Lubricación resistente al agua. El agua seca las mucosas y dificulta la penetración. Por ello se debe evitar el uso de aquellos que tengan bases acuosas, ya que se diluyen fácilmente bajo la ducha. Intentar usar los de base siliconada. Recordar también que los de aceite dañan el preservativo.

9. Cuidado donde nos sujetamos. Los elementos de la ducha no han sido diseñados para ajercer excesiva fuerza, así que evita agarrarte a lugares frágiles como, tubos, puertas, cortinas, etc. Estos podrían romperse y ocasionar algún accidente. Si es preciso siempre podéis atornillar unas barras de metal en la ducha.

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10. Gozar de la experiencia. No tendréis que preocuparos de ducharos después del sexo, porque ya lo estaréis. En la cama, podéis repetir, pero no olvidéis volver a repetir la experiencia pronto!

Hacer el amor en la ducha según la sexología

Muchos expertos coinciden en que se experimenta un cúmulo de sensaciones. El agua caliente que recorre tu cuerpo, el jabón y la humedad que se crea hace que el sexo sea más placentero. Algunos son partidarios de dejarse la ropa puesta, entrar en la ducha, e ir quitandola poco a poco bajo el agua. El hecho de sentir la ropa empapada pegada al cuerpo, uniéndolo al calentamiento que se va provocando puede ser también una experiencia muy satisfactorio. Muchos expertos también opinan que es necesario llevar una vida sexual habitual y sana para ser más felices y tener más confianza en nuestras capacidades. Sexo sí, ¡seguro!

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