El Sexo, ¿Cuántas veces a la semana?

 El Sexo, ¿Cuántas veces a la semana?
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El sexo no se mide por cantidad sino por calidad. Por múltiples razones las parejas tienden a mermar sus encuentros sexuales a lo largo del tiempo, especialmente por el estilo de vida que llevan. Es por ello que muchas personas se preguntarán: ¿existe un número de días específico para tener sexo?

La frecuencia se pacta en pareja, de esta manera se satisfarán ambos y la relación será más estable.

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Algunos especialistas se oponen a la idea de tener sexo determinados días porque repercute en el deseo. Por ejemplo: “es viernes y hoy toca”, suelen pensar algunos hombres. Que nadie se siente presionado es preferible comunicarlo a tu pareja en caso de que suceda. Las relaciones sexuales no se determinan por días sino por factores como deseo, excitación, entre otros.

Las parejas son libres de amar y que las cosas no se imponen, solo fluyen en el momento. Basta con dejarse llevar si es lo que deseas o buscar a tu chico para amarse en ese momento. Incluso, si sientes deseo un día cualquiera, prepárate desde primera hora. Envíale mensajes provocativos, prepara una cena o haz algo distinto por él. ¡No te arrepentirás!

Otra de las opiniones en cuanto a este tema la ofrece la doctora Rosario Castaño.

La frecuencia no determina si existen o no problemas sexuales. Cada pareja posee un rango determinado. Son libres de elegir los días y cantidades. Sólo se deben dejar ir por el momento y las circunstancias, níngun otro factor.

La frecuencia no determina si existen o no problemas sexuales. Cada pareja posee un rango determinado. Son libres de elegir los días y cantidades. Sólo se deben dejar ir por el momento y las circunstancias, níngun otro factor.

La frecuencia sexual cuando se es novio o pareja reciente, es dos o tres veces más de la que se tiene cuando la relación se estabiliza. Al principio de la relación todo es un “experimento” porque no nos conocemos, pero sí nos deseamos. Con el paso del tiempo, el sexo se hace más frecuente, pero pasan los años y todo cambia.

Pero, ¿Y cuánto es lo normal? ¿Dónde está la norma? ¿Cuál es el criterio? ¿Los polvos que dicen echar mis amigos a la semana? ¿Lo qué a mí me apetece? Al final tendemos a aceptar por normal lo que hace la media, la mayoría.

Pero que lo haga la mayoría no implica que sea lo normal. La mayoría de los españoles (90%) cree que los políticos  son corruptos, y eso no convierte en “normal” que los políticos roben dinero público.

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Pero sigamos con el argumento. Supongamos que entre las parejas estables españolas de 25 a 45 años (por elegir un grupo de edad de ejemplo) la media es que hagan el amor 1,4 veces a la semana. Esto seria algo así como practicar sexo los sábados y todos los viernes alternos del mes.

¿Y entonces? Las ganas de hacer el amor, de tener relaciones sexuales, es algo individual y propio, aunque sea una actividad que “normalmente” realizamos entre dos.

Es normal tener sexo tantas veces cómo te apetezca, incluso las personas que deciden no tener nunca relaciones sexuales o tenerlas muy frecuentemente están realizando un comportamiento normal. Tenemos derecho a tomar nuestras propias decisiones respecto a nuestra sexualidad.

 

11.8% DESVELA QUE NINGUNA (A LA SEMANA, CLARO)

A voz de pronto, este «estatus» parecería ser el más sufrido de todos. El hecho de pensar que estas personas no tienen ni una sola alegría en toda una semana, o sólo tienen una a lo largo de un mes, bien podría dar escozor. Sin vida sexual alguna, se están privando de sensaciones y vivencias muy satisfactorias que son exclusivas del encuentro sexual. Y como si esto fuera poco, la «no-práctica» cotidiana comienza a convertirse en una especie de círculo vicioso y el solo hecho de pensar en sacarse la ropa y conectarse con el otro empieza a dar pereza. ¡Ni pensarlo!

41.65% DE 1 A 2 VECES POR SEMANA

Uno solito en siete días tal vez puede sonar a escaso, pero -dependiendo del estado civil-, también puede ser visto como un gran logro. No es lo mismo un encuentro carnal para quien tiene que salir de cacería, que para quien tiene a su presa al alcance de la mano y en su propia casa. Si lo habitual es uno por semana, existe la inmensa presión de que al menos ese único momento semanal tenga que ser para un ¡10 felicitado! Lo positivo es que si se trata de uno solo por semana, ese momento guarda el sabor único y exquisito de eso que se anhela con enorme deseo y que por fin se logra.

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23.42% de 2 a 3 VECES

Aquí nos encontramos en el «estatus sexual» que bien podríamos denominar «ni tanto ni tan poco», pero que sin duda se trata de una aprobada y bien llevada performance semanal. Aquí lo positivo se vuelve aun más positivo cuando -después de un sábado y domingo con sendos encuentros carnales-, aún se tiene la grata serenidad de que queda un tercero para «descorchar» en la semana. También se pueden probar diferentes lugares (cocina, baño, dormitorio, ascensor, piscina, sobre la mesa del comedor.) sin miedo alguno. Las poses más complejas y los diferentes recorridos corporales también pueden ser probados sin la presión de tener que alcanzar el éxito al cien por cien.

23.13% más de 3 veces A LA SEMANA

Cuatro, cinco, seis, siete y hasta dos y tres veces por día. Toda frecuencia es posible en este «estatus sexual». Cierto es que -comprobadas científicamente como simples leyendas urbanas o mitos de dudosa calidad-las consecuencias de tener una importante actividad sexual son siempre altamente positivas. A saber: las relaciones sexuales ayudan a tener el pelo más brillante; estimulan la circulación; ayudan a quemar calorías; funcionan como tranquilizantes, analgésicos y antihistamínicos naturales; alivian dolores de cabeza y pueden combatir el asma y la sinusitis; reducen la incidencia de dermatitis, granos e imperfecciones cutáneas; son generadoras de endorfinas, las cuales causan sensación de bienestar; mejoran la autoestima; permiten consolidar el amor en la pareja; preservan la función orgánica de los genitales; colaboran con el buen dormir; permiten regular el estrés; y como si todo lo anterior fuera poco, aseguran que también aumentan la expectativa de vida.

Pero también hay un lado negativo y muy peligroso: dormirse en los laureles creyendo que esta frenética actividad sexual es «lo más habitual del planeta» o «esto dura toda la vida» puede transformarse un error sin vuelta atrás. ¿Conclusión? Estar siempre listo y nunca dejar para mañana lo que puede hacerse hoy, así que ¡corre y aprovecha que son dos días!

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