El arte del sexo oral – 3ª Parte

 El arte del sexo oral – 3ª Parte
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El Cuello:
No es casual que drácula sedujera a sus víctimas femeninas besuqueándoles esta zona corporal. La profusión de receptores nerviosos en las partes frontal y laterales del cuello convierte a éste en una zona erógena de primer orden. El cuello es una las partes más sensibles que poseemos todos, la nuca y cuello se debe trabajar circularmente en todas las partes del frente y a los lados, también de abajo para arriba y viceversa.

Axilas:
En lo personal una de las partes más erógenas que tenemos son las axilas o sobacos, la mayoría de personas ni se les ocurría que en es parte del cuerpo exista tanto placer, se va a trabajar de abajo hacia arriba muy suavemente, luego metiendo la lengua circularmente, aquí hay un detalle muy importante que destacar y es que en las axilas como en otras partes del cuerpo tiene por naturaleza cosquillas, es aquí donde hay que saber pasar la lengua para convertir esas cosquillas en placer, finalmente un ejercicio en conjunto se va a pasar la punta de la lengua desde las axilas hasta la pectorales continuamente.

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Pectorales:
Los senos y pectorales constituyen una zona erógena de primer orden. Del pezón, la areola y partes adyacentes parten verdaderos manojos de nervios que engarzan con los centros de placer. Al besar, succionar, mordisquear suavemente y acariciar la región mamaria, así como durante la excitación sexual, se produce una congestión sanguínea que desencadena la erección de los pezones -se aguzan y endurecen-, se hincha la región pigmentada de las areolas. Muchas féminas pueden alcanzar el orgasmo con la sola estimulación de esta parte del cuerpo. Por eso una de las partes más eróticas de mujeres y hombres son los senos y pectorales, se va a pasar la lengua en forma de media luna debajo del ceno donde se ubica el músculo principal, luego pasar la punta de la lengua en los pezones en forma circular, para terminar esta parte se pasa la lengua de abajo hacia arriba.

Abdomen:
Las partes abdominales en las cuales se encuentran mucho músculo – claro más si se marcan tal como son- vienen a dar una sensación muy agradable al pasar la lengua circularmente y de derecha a izquierda, pincelando el abdomen con la punta de la lengua por todos lados, realiza este trabajo pacientemente y los resultados serán mejores.

Partes Intercostales:
En realidad una de las partes en donde la gente no soporta ni que le toquen son estas, las que se encuentran de las axilas hacia abajo llegando a la cadera, aquí se va a trabajar de arriba para abajo, es otra de las partes que las cosquillas se activan solamente con un leve toque, trabaje con la punta de la lengua suavemente y has que tu pareja se revuelque de placer.

Espalda:
Quizás el punto de mayor erotismo masculino se halla en el músculo inferior de la espalda. Uno disfruta también si le besan o acarician entre los omóplatos y la columna vertebral. Para algunos la sensibilidad erótica del dorso deriva de una memoria arcaica que se remonta a los tiempos en que la cópula se realizaba por detrás. Al llegar a esta parte ya se a cumplido con la mitad del cuerpo, toda la parte delantera, empezamos con los hombros que contienen sensaciones maravillosas, seguidamente la espalda, en donde vamos a trabajar los músculos que rodean los pulmones, en forma circular y más tarde en zigzag de abajo hacia arriba y viceversa, después vamos a pasar la lengua por en medio de los pulmones hasta llegar a la cintura, haciendo la misma técnica anterior. Aquí vamos a tocar nuevamente las partes intercostales pero su parte trasera, empezando de abajo hacia arriba, aquí es importante poder pasar la lengua en toda la espalda pero no continuamente sino por partes, que la persona no sepa por donde le lengua va a rozar su piel.

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Gluteos:
Los dos hemisferios carnosos de las nalgas, que son más abultados en la mujer, constituyen una importante señal sexual para nuestra especie. Los glúteos son el equivalente de las hinchazones sexuales de otros primates, que crecen notablemente cuando la hembra es sexualmente receptiva. En la especie humana, sin embargo, estas estructuras globosas permanecen hinchadas de modo continuo. Aunque sigue siendo un centro poco conocido de placer, estas áreas son muy agradables cuando son acariciadas con fuerza o son trabajadas con mordiscos muy sutiles.

Perineo:
La región anatómica que discurre desde el ano hasta el escroto, en el caso del hombre, y hasta la vulva, en el de la mujer se denomina perineo. Este, además de sostener las vísceras abdominales, representa el puente entre el erotismo genital y el anal. El perineo incluye un músculo conocido como pubococcígeo que, en el caso de las mujer, refuerza y tonifica las paredes vaginales. Haciéndolo trabajar varias veces al día, algunas mujeres logran en el coito un contacto más intenso con el pene.

Ano:
En la Cultura occidental, que otorga mucha importancia a la higiene, el ano es quizás el último tabú sexual por derrumbar, salvo en el mundo homosexual. El recto es, sin duda alguna, una zona de gran poder erógeno, pues está plagado de terminaciones nerviosas procedentes de las regiones cerebrales del placer y el orgasmo. Esto es valido para los dos sexos, aunque en el recto del hombre existe un punto erógeno singular que sólo se puede alcanzar a través del ano: la próstata. Sobre todo en Oriente, uno de los juegos sexuales que más agradece el varón es que su consorte sepa estimular con los dedos esta pequeña glándula.
No hay duda que el beso negro es la parte más comentada por todo el mundo, la que mucha gente dice que nunca lo hace, aunque lo practique, que es lo más asqueroso del mundo, chupar ano, que antiestético y antihigiénico, pero déjarme deciros que es una de las partes más exquisitas que existen, más erógena y sensuales de todo el cuerpo humano, trabajar el recto circularmente con la punta es delicioso, haciendo desde círculos pequeños hasta grandes al rededor del ano, luego vamos a pasar la lengua toda desde donde empieza el camino del amor, para más tarde poder trabajar de arriba hacia abajo y viceversa con la lengua y la nariz, haciendo doble trabajo, aquí se puede mojar todo el ano y sus alrededores con saliva y pasar cuantas veces quiera.

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Región Púbica:
Junto a la ingle, la zona del pubis es una de las áreas masculinas más receptivas. En la mujer, el pubis generalmente posee una sensibilidad menor, aunque su estimulación puede ocasionar el estiramiento indirecto de la vulva y el clítoris. Resulta curioso destacar que el vello púbico resalta las zonas más íntimas del cuerpo y atrae como un imán las miradas hacia el centro de la actividad erótica.

 

 

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