Llega el hombre Lumbersexual

Parecer un sexy leñador recién salido de un peligroso bosque y que no le importa demasiado qué aspecto tiene, pero como siempre… las apariencias engañan.

Aunque trabaje para una empresa de software parece recién salido del bosque: su barba es frondosa, usa botas y camisa de leñador. El hombre «lumbersexual» está desplazando con su estilo salvaje al ya en decadencia “metrosexual”, dentro del paisaje urbano.

Una definición que ayuda mucho a entender que es un lumbersexual, es la que realizó el bloguero de moda Tom Puzak diciendo que “este hipster desaliñado parece que lleva un hacha en la mochila de cuero, listo para talar un pino en cualquier momento, pero en realidad tiene una MacBookAir».

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Así pues, algunos signos distintivos del lumbersexual son: pantalones arremangados para dejar las pantorrillas al desnudo en verano, en invierno parkas canadienses, botas Timberland y gruesas camisas de franela estampada con tartán escocés. Combinar la barba con una cabellera engominada, tener gustos alternativos en materia cultural, amar la comida casera… y siempre actuar con despreocupación y naturalidad.

Pero esta nueva tendencia vuelve a basarse en la cultura gay. Así como los metrosexuales adoptaron el cuidado corporal, las cremas o la ropa de marca, ahora llega esta corriente totalmente contrapuesta del «lumbersexual», que se inspira en el «bear» -el gay barbudo- para jugar la carta de la virilidad y dejar bien claro que le interesa más irse de camping (metaforicamente hablando) que a las tiendas de Tom Ford o Dolce&Gabbana, por ejemplo.

LUMBER, EL LEÑADOR

“Lumber” en ingles significa madera o leñador (lumberman). Por lo que ya puedes imaginar por donde van los tiros. Barbas pobladísimas, camisas de cuadros, tatuajes y una estética mucho más ruda de la que muestran los chicos que ‘se cuidan’. Pero que no nos engañen, el lumbersexual también se gasta un dineral en cremas y en peluquería y afeitado para lucir su barba en perfecto estado, casi más que el que se gastan las chicas en mascarillas y productos capilares.

Podríamos confundirlos perfectamente con los hípster de manual y es que el lumbersexual es el siguiente en esa escala de hombres que han empezado a preocuparse por su imagen. Descuidados, sí, pero meticulosamente ataviados y arreglados, y es que ya lo dice el dicho que “las apariencias engañan” y esta nueva tribu, es casi el mejor ejemplo de ello. Algunos dicen que un lumbersexual es una mezcla de un hípster y un nuevo hippie y es que lo de la imagen de desaliñado es totalmente una farsa en toda regla, ya que su imagen es controlada hasta el ultimo detalle, y como no, son consumistas de lo “suyo” como Mac antes que PC, comida bio pero en plan casero (más cara) que menú de buffet o el típico menú de mediodía de bar (demasiado poco nivel para ellos). En el fondo siempre se trata de lo mismo, de destacar por encima de los demás, sentirse en una élite distinta. Lo que si es cierto,e s que la moda y tendencia sigue más viva que nunca, y eso es siempre bueno.Asi que, ¡viva los lumbersexuales!

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