Tu cuerpo sin nicotina
Fumar no te gusta, no te relaja, no te ayuda a concentrarte, no mitiga el aburrimiento, no contribuye a que te diviertas más en las fiestas y actos sociales… si consigues deshacerte de todos los mitos que existen en torno al tabaco, te sorprenderás de lo fácil que es dejarlo para siempre.
Miedo a no saber disfrutar de la vida sin un cigarro en la mano. Miedo a no ser capaces de afrontar un problema sin el “consuelo” de la nicotina. Miedo a no poder concentrarnos sin el “estímulo” del tabaco. Miedo a no saber vivir. Éste es el sentimiento que embarga a la mayoría de los fumadores cuando se plantean seriamente abandonar un vicio al que llevan años enganchados. Y es que es muy difícil darse cuenta de que dejar de fumar es muy sencillo cuando, durante años, se han estado “inventando” decenas de argumentos para justificar una actitud que el mismo fumador considera reprobable. Derribar los mitos que los propios fumadores han “elaborado” en pro del tabaco es el mejor método para dejar de fumar. No hace falta nada más. Ni los parches, ni los chicles, ni otros sustitutivos de la nicotina son necesarios porque nuestro cuerpo no necesita la nicotina para nada.
MITO 1. ¿De verdad piensas que te gusta fumar?
Si volvieras atrás, ¿empezarías de nuevo a fumar? Seguro que no. El placer que provoca el hecho de fumar es sólo una ilusión. Piénsalo bien y llegarás a la conclusión de que no disfrutas cuando fumas. Es imposible, porque es desagradable y asqueroso. Reconoce que fumas porque estás enganchado, no porque te gusta.
MITO 2. ¿Fumar quita el aburrimiento?
En absoluto. El aburrimiento es un estado de ánimo que no tiene nada que ver con el tabaco. Si te vas a aburrir, lo vas a hacer igual con o sin cigarro. Además, cuando se es adicto al tabaco incluso el hecho de encender un cigarro es un acto inconsciente que no distrae en absoluto.
MITO 3. ¿Fumar relaja?
Para nada. Esta idea es sólo otra ilusión. Fumar no tranquiliza, sino más bien al contrario. El cigarro únicamente mitiga el mono que él mismo produce. La realidad demuestra que los no fumadores afrontan con más calma las situaciones tensas. ???
MITO 4. ¿Fumar te ayuda a concentrarte?
Cuando vas a comenzar una actividad intelectual lo primero que se te ocurre es encender un cigarro. No lo haces para concentrarte, sino para eliminar la intranquilidad que el propio tabaco te provoca. Ten en cuenta que fumar no ayuda a concentrarse, sino todo lo contrario, porque produce una obstrucción en las venas y en las arterias que impide que el oxígeno llegue al cerebro.
MITO 5. Empezaré por reducir el consumo
Reducir el consumo de tabaco es el peor método para dejar de fumar. Si lo haces así, te pasarás la vida esperando a que llegue el momento de fumarte el próximo cigarrillo. Sólo conseguirás torturarte a ti mismo y prolongar permanentemente las molestias del mono. Debes tener en cuenta en todo momento que una adicción siempre va a más y nunca a menos. Reducir el número de cigarros te hará sentirte constantemente castigado?
MITO 6. ¿Voy a poder disfrutar de los momentos de ocio?
Mucho más que cuando eras fumador. Depender de la nicotina te hace sentirte esclavo porque siempre has de estar pendiente de cubrir una “necesidad”. Si no fumas, sólo tienes que concentrarte en pasarlo bien.
MITO 7. Voy a sufrir muchísimo para dejar de fumar
Pregúntate a ti mismo si quieres seguir fumando, si la respuesta es que no, lo tienes muy fácil: No fumes más y ya está. No es necesario sufrir para dejar de fumar. Piensa que, en el fondo, te estás autocomplaciendo (no quieres fumar y no fumas). No te tomes el asunto como una desgracia, hazlo con alegría, optimismo y con ilusión. El truco está en cambiar de actitud. Convéncete de que no te estás privando de nada. ¡Libérate!
