Escapada a Londres

Londres es eterna, una ciudad a la que no nos cansamos de viajar una y otra vez. Incluso con todo el caos del Brexit, la ciudad sigue siendo un destino que despierta nostalgia y fascinación en igual medida.

Al llegar a Londres por primera vez, muchos experimentan una extraña sensación de familiaridad. Es probable que sea porque durante todo el año es común ver en nuestras redes sociales a algún conocido posando frente a las principales atracciones turísticas de la capital británica, como el Big Ben, el London Eye o la Torre de Londres, o mostrando su faceta fotográfica y artística en busca de la típica foto de postal frente a Tower Bridge. Aunque no se haya visitado la ciudad, la mayoría ya tiene una idea de lo que se encontrará, con imágenes de los icónicos taxis negros, los autobuses rojos de dos pisos y las típicas cabinas telefónicas rojas.

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Londres es uno de los destinos favoritos a nivel mundial. La percepción de que Londres es «un destino muy conocido» ha llevado a las empresas de turismo a proponer alternativas innovadoras para el visitante: nuevas rutas que exploran barrios menos frecuentados como Shoreditch, con su vibrante arte urbano, o Greenwich, con su famoso observatorio y sus vistas panorámicas del Río Támesis. También han surgido alojamientos con encanto que invierten en exclusividad, gastronomía de autor y bienestar, ofreciendo experiencias únicas para aquellos que buscan una escapada diferente e inolvidable.

Desde elegantes boutique hotels en Kensington hasta acogedores Bed & Breakfast en Notting Hill, Londres se adapta a todos los bolsillos y estilos de viaje. Los alojamientos más demandados son los hostels y albergues, ideales para los más jóvenes o los viajeros con presupuestos ajustados. Sin embargo, los Bed & Breakfast y los hoteles de dos a cuatro estrellas también son muy populares, especialmente aquellos que ofrecen rutas personalizadas y alternativas turísticas únicas, como paseos en bicicleta por Hyde Park o tours gastronómicos por Borough Market.

Para los amantes del arte y la cultura, Londres ofrece un sinfín de opciones, desde las exposiciones temporales en la Tate Modern hasta las representaciones de teatro en el legendario West End. Los mercados de calle, como el de Camden Town o Portobello Road, ofrecen un sabor auténtico de la ciudad, con su mezcla ecléctica de moda, música y comida internacional.

En definitiva, Londres es una ciudad que se reinventa constantemente, ofreciendo siempre algo nuevo para descubrir, ya sea un rincón secreto, un restaurante de moda o una exposición impactante. No importa cuántas veces la visites, siempre te sorprenderá y te dejará con ganas de volver.

El palacio de Buckingham, el barrio de Westminster, Trafalgar Square, London Eye, Picadilly Circus, Camden Market, Tower of London… Son puntos de interés ineludibles y que todos hemos visitado cuando hemos viajado por primera vez a esta apasionante ciudad.

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Pasear junto al río es algo obligado. Podemos iniciar nuestro recorrido por el Thames Path en London Bridge, al pie del impresionante rascacielos conocido como The Shard. Caminando en dirección Este tropezaremos con el navío HMS Belfast, considerado un icono de las fuerzas navales británicas durante la Segunda Guerra Mundial.

A continuación nos encontraremos con una moderna plaza con varios niveles adoquinados y rodeada de diversos restaurantes y terrazas, a la que si nos acercamos a la hora del “lunch” estará repleta de trabajadores y oficinistas disfrutando de su “break” mientras respiran un poco de aire fresco antes de volver al trabajo. Si alzamos la vista hacia arriba seremos sorprendidos por el edificio del ayuntamiento, el London City Hall, una redondeada y acristalada mole diseñada por el conocido arquitecto Norman Foster.

A partir de aquí las fotografías y los selfies irán aumentando de intensidad. La imagen del célebre Tower Bridge nos acompañará en todo momento. Antes de cruzar el río- y utilizando nuestra London Pass-, es muy recomendable subirse al Tower bridge Exhibition, una visita guiada por el interior de la gran estructura donde conoceremos sus orígenes, ingeniería y desde donde podremos contemplar unas privilegiadas vistas del río y caminar sobre las impactantes pasarelas de cristal que conectan las dos torres desde lo más alto.

Cruzando a la orilla norte nos encontramos el gran complejo amurallado que es la Torre de Londres, una de las fortalezas más importantes del mundo que fue usada por la familia real durante años como refugio, cárcel, centro de poder y que todavía hoy en día sigue acogiendo las joyas de la corona de Su Majestad, que se muestran al público custodiadas siempre por los famosos Beefeaters o guardias de la fortaleza uniformados. Y no olvidemos a los cuervos residentes.

Desde aquí, una buena manera de llegar al centro y conocer el resto de la orilla Norte es subiéndose a un crucero por el río Támesis. Es sin duda uno de los mejores modos de ver Londres, recorrer el corazón de la ciudad y pasar por delante de muchas de las atracciones más conocidas de la ciudad, como los edificios del parlamento, el Big Ben, Cutty Sark, London Eye, Greenwich, entre otros.

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Ya en el embarcadero de Westminster, se pueden trazar múltiples rutas en dirección hacia el centro de la ciudad. Lo más común es visitar los exteriores del edificio del parlamento, contemplar la belleza del Big Ben desde el Puente del Westminster o subirse al London Eye para llevarse otro recuerdo de Londres desde las alturas.

Una visita indispensable y que cualquier turista debe de conocer es la Abadía de Westminster; uno de los edificios más importantes en la historia del país. Patrimonio de la UNESCO, no solo alberga la colección de esculturas monumentales más importante de Gran Bretaña, sino que ha visto coronar desde Guillermo el Conquistador en 1066 hasta la actual reina Isabel II. En su interior encontraremos las criptas de reyes y reinas, héroes y guerreros, así como de poetas, escritores y científicos británicos de renombre, como Charles Dickens, Geoffrey Chaucer, Dr. Samuel Johnson, Charles Darwin y Isaac Newton. Fue el enclave que acogió la boda del príncipe William y Kate middleton en 2011.

Hacia el oeste y cruzando el St Jame’s Park encontraremos un gran monumento en honor a la Reina Victoria y detrás, una de las atracciones más famosas de Londres, el Palacio de Buckingham, residencia real de la actual reina Isabel II. Es muy aconsejable acudir durante el cambio de la Guardia Real, cada día a las 11.30 de mayo a julio, y cada dos días el resto del año (si no llueve). Durante 45 minutos los guardias coronados por enormes sombreros de pelo realizan un desfile al ritmo de diferentes temas musicales, tanto militares, como de otros estilos más actuales.

Otra ruta desde el London Bridge, en dirección Oeste esta vez, empezaría en el pintoresco Borough Market, uno de los mercados de alimentación más grandes de la ciudad, que se extiende bajo sus arcos. Este mercado es el paraíso de los gourmets, y en él se ofrecen productos de alta calidad y comidas artesanas de toda Gran Bretaña y el continente.

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Si seguimos por la orilla Sur del río, y nos dirigimos hacia el Oeste, llegaremos al conocido Puente del Milenio, el primer puente que cruzó el Támesis desde que se construyera el Tower Bridge en 1894. Su cubierta de aluminio completamente peatonal se encuentra suspendida a lo largo de sus 325 m. El lado norte del puente se encuentra cerca de la School of London City y de la Catedral de San Pablo, cuya cúpula destaca en las fotografías, ya que la fachada sur se encuentra alineada con el puente.

La Catedral de San Pablo es probablemente el edificio más imponente de Londres. Con 111 m de altura, fue el edificio más alto de la ciudad entre 1710 y 1962 y ha sido el centro de numerosos eventos nacionales como funerales de Estado, bodas reales y otros muchos más, como la boda del Príncipe Carlos y Lady Diana Spencer.

Los amantes del patrimonio cultural encontrarán en Londres una larga lista de museos que resulta imposible ver en una visita- incluso algunos museos será necesario visitarlos varios días o en diferentes estancias a la ciudad. Es el caso del Museo Británico, con una de las colecciones de antigüedades más grandes y famosas que existen. Es el tercer museo más visitado del mundo, por detrás del Louvre de París y del Metropolitan Museum de Nueva York. Alberga más de siete millones de objetos procedentes de todos los continentes, desde porcelana china, hasta antigüedades prehistóricas y medievales, o monedas y medallas de diferentes periodos. La parte más llamativas del museo es la sección del Antiguo Egipto, la mejor después de la del Museo Egipcio de El Cairo y donde podremos contemplar la Piedra de Rosetta, gracias a la cual se han podido traducir los jeroglíficos egipcios.

El Museo de Historia natural es un edificio cuya arquitectura refleja perfectamente la gran riqueza de la época imperial británica. Nada más entrar en el museo resulta impactante el enorme hall con una cuidada decoración en el que se exponen algunos animales de gran tamaño, como son el esqueleto de un enorme diplodocus y un mastodonte procedente de Chile. Guarda más de 70 millones de especímenes y objetos relacionados con el mundo natural: fósiles, minerales, mamíferos, e incluso dinosaurios – a lo largo de varias salas se pueden observar diversos esqueletos, además de algunas recreaciones de dinosaurios a tamaño real.

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Y dejando la cultura y los museos de lado, muchos de los turistas que visitan Londres, también lo hacen por las compras. Los más refinados probablemente visiten los lujosos almacenes Harrods, otros lo harán en las tiendas de Regent y Oxford Street y los más urbanitas y alternativos lo harán en las tiendas del Soho o Carnabi. Pero sin duda, todos coinciden en que es obligatorio visitar el Camden Market, Camden Lock y Stables market, un conjunto de mercados que se agrupan alrededor del Regent’s Canal y que se complementa con diversos puesto callejero. El Camden Lock ha ido cambiando a lo largo del tiempo, pero su esencia se ha mantenido fiel a sus principios. Aquí encontraremos una gran variedad de artículos: ropa nueva, de segunda mano, antigüedades, productos de artesanía, joyas, cerámicas y otros artículos con un toque personalizado. Es el lugar preferido de los jóvenes de moda y alternativos.