Estambul eterna

 Estambul eterna
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Asentada entre Europa y Asia, Estambul es una ciudad en constante evolución que ha sido testigo y protagonista inevitable de la historia de la humanidad. Respetando su tradición se sumerge a pasos agigantados en una modernidad imparable, y es que Estambul, ahora más que nunca, está de moda.

Nada más llegar a Estambul, uno debe ubicarse para poder orientarse y localizar la lista inmensa de lugares a visitar. La ciudad tiene el privilegio de estar asentada entre dos continentes, el europeo y el asiático, separados por el Estrecho del Bósforo que une el Mar de Mármara con el Mar Muerto.

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Estrecho del Bosforo Estambul
Estrecho del Bosforo Estambul

La unión entre los dos continentes se realiza mediante el Puente del Bósforo, un espectacular puente colgante de 1074 metros entre pilares y 6 carriles de circulación (3 en cada sentido) suspendido a 64 metros de altura.

Las principales atracciones turísticas se encuentran en el lado europeo. Este a su vez se encuentra dividido en dos, la ciudad nueva o zona norte y la ciudad vieja quedando definida por el llamado Cuerno de Oro. El tránsito entre las partes de la ciudad se realiza principalmente por el viejo y nuevo Puente de Gálata y por el sinfín de transbordadores que cruzan una y otra vez el Estrecho del Bósforo descongestionando el intenso tráfico que circula por encima de los puentes.

Galata
Galata

Pasado ya el puente, hacia la ciudad nueva, preside en la colina que da nombre al barrio, la Torre de Gálata. Con sus 61 metros de altura y 140 sobre el nivel del mar, ofrece una impresionante vista panorámica sobre la ciudad, dominando el Bósforo, el mar de Mármara y el Cuerno de Oro. Fue construida en 1348 por los genoveses para protegerse de los ataques de los bizantinos. En la época otomana fue utilizada como prisión.

SULTANAHMET

Este barrio concentra la mayor parte de los lugares de interés a visitar en Estambul y gran parte lo ocupa el Palacio Topkapi, residencia imperial del sultán durante el Imperio Otomano. Consta de varios edificios lindantes y rodeados por cuatro patios interiores de gran belleza. Sólo para hacerte una idea de su superficie, decir que ocupa el doble que el Vaticano y la mitad de Mónaco.

El palacio posee una de las colecciones más ricas del mundo, junto con las dinastías de los Habsburgo de Austria y los zares de Rusia. El gran tesoro imperial está formado entre otras piezas por la Daga de Topkapi (el puñal más valioso del mundo, elaborado con oro, diamantes, esmeraldas y piedras preciosas) y el Diamante del Cucharero, un diamante de 86 quilates considerado el tercero más grande del mundo. Es de especial interés visitar el Harén, para imaginar la vida del palacio, todo un auténtico laberinto de patios, calabozos, cuartos, celdas y patios poco iluminados.

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Gran Bazar
Gran Bazar

Otros lugares de interés del barrio monumental de Sultanahmet son la Mezquita Azul, el Museo de Santa Sofía, el Hipódromo, La Cisterna de Yerebatan, el Cagaloglu Hamam y el Gran Bazar entre otros muchos. Hay que armarse de paciencia por la cantidad de turistas que visitan la zona, aunque nunca habrá valido más la pena este pequeño inconveniente ya que absolutamente todo vale la pena visitarlo y sobre todo vivirlo, porque Estambul sin el bullicio de la gente no sería lo mismo.

MUSEO DE SANTA SOFÍA

La basílica de Santa Sofía es considerada la obra más grande de la época Bizantina y fue utilizada durante casi mil años como iglesia, luego durante prácticamente quinientos años se utilizó como mezquita. En 1934 se convirtió en lo que es hoy, el Museo de Santa Sofía. Su interés arquitectónico reside en ser la primera construcción de base cuadrada de este tamaño que esta cubierta por una cúpula central de 55 metros de altura y dos pequeñas semi-cúpulas laterales. En la galería superior de Santa Sofía pueden verse los mosaicos más importantes, donde se puede apreciar la escena de Jesucristo con la Madre Virgen María y San Juan Bautista.

Museo Santa Sofía
Museo Santa Sofía

LA MEZQUITA AZUL

La Mezquita Azul (Sultanahmet Camii), se encuentra situada frente a Santa Sofía, separada únicamente por unos jardines. Es la más grande y fastuosa de Estambul, y fue construida por Mehmet Aga discípulo del arquitecto Mimar Sinan. Externamente se caracteriza por su cascada de cúpulas y semi-cúpulas y sus majestuosos 6 minaretes, única mezquita en todo Estambul que los posee.

Interior mezquita Azul
Interior mezquita Azul

Los adornos interiores son de azulejos verdes y azules que decoran la parte superior de la cúpula. Merece especial atención el púlpito (mimbar) tallado en mármol blanco destacando sobre el resto de elementos, así como los detalles de los dibujos de la decoración (rosas, claveles, tulipanes).

Mezquita Azul
Mezquita Azul

CISTERNA DE YEREBATAN

Situada a escasos metros de Santa Sofía se encuentra esta sorprendente cisterna subterránea construida en la época Bizantina para suministrar agua potable en épocas de asedio y escasez. Se caracteriza por sus 336 columnas de 8 metros de altura ocupando un área de 10.000 metros cuadrados, con una capacidad de 80.000 litros cúbicos de agua. Son de destacar sus dos cabezas de Medusa descubiertas durante su última restauración, que aportan un aire místico a este magnífico entorno.

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Interior Gran Cisterna
Interior Gran Cisterna

EL HAMAM

Una visita a Estambul, no se considera completa sin haber pasado por el ritual del baño turco. El Cagaloglu Hamam es uno de los más antiguos de la ciudad, con más de 300 años de antigüedad. Por él han pasado celebridades de la talla de Tony Curtis, Rudolf Nureyev, Harrison Ford, Gian Franco Ferre o Brian May. El ritual del hamam consiste en primer lugar, en escoger un asistente masajista, el cual te enjabonará varias veces y te frotará con un guante un tanto áspero al estilo “peeling”, tras aclararte, te masajeará tendido sobre el mármol caliente.

Otra vez serás enjabonado, esta vez de cabeza y cara para pasar al masaje final. Luego podrás relajarte por tu cuenta en el mármol hasta que consideres oportuno.  Tras el hamam, lo mejor es tomarse un delicioso té turco, para reponerte tras el “éxtasis” que ha supuesto tomar un verdadero baño turco.

Cabeza de medusa en la Gran cisterna
Cabeza de medusa en la Gran cisterna

LOS BAZARES

Si algo hay que hacer cuando se llega a Estambul después o antes de visitar la Mezquita Azul y Santa Sofía es, sin lugar a dudas, adentrarse por el Gran Bazar.

El bazar (Kapali Çarsi) está concebido actualmente para que el turista disfrute con el caos estratégicamente instaurado y deambule desorientado por sus más de 80 calles y callejones donde encontrará más de 4.000 tiendas, pero no por ello, ha perdido ese encanto oriental de mercadeo para el cual fue creado.

Gran Bazar de Estambul
Gran Bazar de Estambul

Para conocer algo más del auténtico mercadeo turco, puedes perderte por las calles adyacentes y todas las que unen el Gran bazar con el Bazar Egipcio o de las Especias. Aquí, los precios son sensiblemente más bajos y también se vive una actividad frenética (a primera hora de la mañana), esta vez al aire libre.

El otro gran bazar, es el Bazar Egipcio, lugar donde se vendían las especias que llegaban de Egipto en la época otomana. Situado frente al Puente de Gálata y al lado de la Mezquita Nueva (Yeni Cami), este bazar es mucho más pequeño pero muy agradable. Solo entrar llaman la atención sus olores y una atmósfera mucho más oriental y genuina que en el Gran Bazar. Aquí no solo encontrarás especias, sino también hierbas medicinales, frutos secos, quesos, mermeladas, pasteles, esponjas naturales y, cómo no, objetos de regalo. Alrededor del bazar, se encuentran los vendedores ambulantes de fruta, verdura, pescado, flores e incluso animales domésticos.

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