Brujas, ciudad de cuento patrimonio de la humanidad

 Brujas, ciudad de cuento patrimonio de la humanidad
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Cuando uno se imagina Bélgica, a menudo piensa en Brujas.

Los canales serpentean a través de la ciudad como un collar de perlas, originando su merecido apodo de «la Venecia del Norte». Con calles de adoquines, arcos de ladrillo, iglesias de piedra y puentes pintorescos, en ella es casi imposible tomar una mala fotografía. Si a esto le sumamos cisnes sobre el agua, carruajes tirados por caballos en las calles y narcisos en el parque el resultado es casi mágico.

Incluida en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, Brujas tiene el ejemplo mejor conservado de casco urbano medieval, dominado por el campanario de su Plaza Mayor. Con el centro cerrado a los coches, toda la impresionante belleza y la cultura de esta inolvidable ciudad se pueden explorar fácilmente a pie, o dando un paseo en barco por los tranquilos canales, algo que no debes perderte.

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Aunque es una pequeña ciudad, para descubrir realmente las sorpresas de cada esquina -desde boutiques de encaje y chocolaterías hasta tesoros arquitectónicos e históricos- concédete el tiempo necesario para perderte felizmente en Brujas.»

Los canales de Brujas, que confieren ese especial carácter a la ciudad, son el legado histórico más importante de la urbe. Brujas mantiene y cuida estas infraestructuras con gran esfuerzo como su más preciado bien turístico.

A partir de la edad media los canales fueron mejorados para ampliar el abastecimiento marítimo de la ciudad, haciendo de los tentáculos del Zwyn, la espina dorsal de las comunicaciones marítimas de Brujas y favoreciendo así el comercio de exportación e importación.

EL CENTRO DE BRUJAS

Para la mayoría de los visitantes, Minnewater y su hermoso parque suponen el mejor punto de entrada a la hermosa ciudad de Brujas. El Minnewater es un lago canalizado.

Minnewater o “lago del amor” pasa por ser uno de los más románticos lugares de la ciudad, aunque no siempre fue así, ya que en el pasado este era el punto de amarre de las embarcaciones que seguían la línea náutica entre Brujas y Gante y el gran trasiego de comerciantes y mercancías no dejaba espacio para las actuales praderas y jardines.

El lago tenía una segunda misión como depósito de agua, para mantener el nivel de los canales constante.

CIUDAD AMURALLADA

Cuando la ciudad de brujas pasó a ser el centro neurálgico del comercio de Flandes, los Condes de Flandes ordenaron construir una muralla defensiva con torres cilíndricas

alrededor del núcleo urbano. El muro disponía de varias puertas en su perímetro, dedicadas al acceso controlado de personas y mercancías. De estas puertas, aún quedan cuatro en perfecto estado de conservación desde la edad media; Ezelpoort del Siglo XIV, Kruispoort de 1402 y Smedenpoort y Gentpoort que es una de las mejor conservadas de la ciudad, y se puede visitar reservando la entrada.

La zona noreste de la muralla corria a lo largo de las verdes parderas de Kruisvest, donde se situaban numerosos molinos similares a los típicos molinos holandeses, pero diseñados no para achicar agua, si no para moler harina. Actualmente se siguen conservando 4 de ellos, entre los que cabe destacar el Koelewei, construido en 1765 y relocalizado junto a Dampoort en 1996, y el molino Sint-Janshuis, instalado en 1770 y que aún sigue en su lugar original. Este recorrido de la muralla y los molinos es ideal para hacerlo en bicicleta, de hecho toda la ciudad, es perfecta para recorrerla tanto de día como de noche en bicicleta. Ya que te permite llegar a cualquier rincón y optimizar el tiempo de tu visita a Brujas.

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GROTE MARKT, EL CORAZÓN DE BRUJAS

Grote Markt, o la plaza del mercado, es el centro neurálgico de Brujas. Localizado en el corazón de la ciudad, ocupa aproximadamente una hectárea y en su centro se encuentran las estatuas de Jan Breydel and Pieter de Coninck, instigadores del Maitines de Brujas. Las preciosas casitas que la forman son muy coloristas y la mayor parte de ellas albergan restaurantes y cafeterías con precios muy poco populares. En el lado sur, se haya el Belfry, una torre medieval dedicada a salvaguardar los tesoros y archivos de Brujas y utilizada como punto de observación de la ciudad, desde donde prevenir fuegos y otros peligros, gracias a la magnífica visión de la ciudad que proporcionan sus 83 metros de altura.

Debido a lo pequeño de Brujas, cuenta con un ambiente reducido, pero no os perdáis el Studs Club (Hoogste van Brugge 1), el bar “men-onl” histórico de la ciudad.

 

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