¿Funcionan las parejas abiertas?

 ¿Funcionan las parejas abiertas?
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Las relaciones de pareja pueden llegar a convertirse en un auténtico misterio. No suele haber una explicación válida y común de cómo unas parejas llegan a funcionar y otras no duran demasiado. Parejas con muchas cosas en común se separan con el paso del tiempo y parejas dispares sin apenas nada que les una son felices y se prolongan en el tiempo.

Si los tiempos y los usos sociales han cambiado mucho, las relaciones de pareja no van por detrás. En la cultura occidental prácticamente la mitad de las bodas acaban en divorcio. Una cifra que debería hacernos plantear si el modo de convivencia y relación que establecemos es el mejor dados sus nefastos resultados. Es algo lógico. En todos los niveles de la vida, si algo no funciona, se cambia.

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El concepto más tradicional de una relación de pareja, ya sea dentro o fuera del matrimonio, es la fidelidad. Esperamos que nuestra pareja no nos engañe y nosotros no engañarla a ella. Pero eso no es fácil y menos en el mundo en el que vivimos. Las tentaciones aparecen en cualquier sitio y es difícil mantener la fidelidad, en ambos lados de la relación. Aún así, el principal motivo de separación suele ser la infidelidad. Si te descubren engañando se rompe la base de confianza de una relación. Por eso, si una cosa no funciona, debe cambiarse.

El paso de los años muestra que cada vez hay más parejas dispuestas a mantener una relación abierta por varias causas:

-Por una cuestión de principios. Se trata de una relación abierta basada en el mutuo acuerdo de mantener una relación más o menos paralela o bien la posibilidad de tener encuentros esporádicos basados en el consentimiento. No hay que engañarse. En la mayoría de los casos este tipo de relaciones sirven como excusa para tener relaciones sexuales con otras personas y no sentirse atados por ningún tipo de compromiso. Algunas veces, este tipo de relaciones encuentran su máximo esplendor en clubes de sexo, bares de cruising, donde poder dar rienda suelta a los deseos más íntimos y haciéndolo juntos.

-Necesidad. Otras veces, la relación abierta se establece como remedio para intentar mantener viva una relación con problemas lo suficientemente graves que pueden llevar a la ruptura. No es la mejor solución ya que si una pareja atraviesa problemas, al ampliar el círculo y estar abiertos a tener relaciones con otras personas, los celos hagan su aparición con lo que se amplía el abanico de dificultades a resolver.

Pero, ¿funcionan las parejas abiertas?. Es algo difícil de contestar porque no hay un manual que distinga quién puede plantearse este tipo de relación y quién no. Lo ideal es que se trate de una pareja feliz, compenetrada pero no dependientes el uno del otro y con un gran respeto mutuo. Si ampliar la relación a terceros viene provocada por el miedo de una parte a perder a la otra, la relación tarde o temprano se romperá ya que no está asentada sobre una base firme. La cadena siempre se rompe por el eslabón más débil. Pero es una buena opción en relaciones consolidadas y en las que no exista una relación de dependencia.

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No debemos olvidar que las relaciones abiertas ya existen desde hace mucho tiempo. En el Islam el hombre puede tener varias esposas pero la mujer no puede hacer lo mismo. Pero de un sistema social que no separa religión y Estado y en el que la democracia y la igualdad entre hombres y mujeres es una utopía, no se puede esperar gran cosa, de echo, ninguna. Muchas veces las relaciones abiertas son tildadas de promiscuas o fruto de personas inestables y mentirosas. Es una postura hipócrita. La sociedad y los hábitos culturales han determinado que las relaciones deben ser monógamas y las personas fieles a su pareja. Es la misma sociedad en la que casi la mitad de su parte adulta engaña a su pareja. Reglas nuevas para tiempos nuevos.

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[divider]EVITAR RELACIONES TÓXICAS[/divider]

A lo largo de nuestra vida experimentamos un buen número de relaciones distintas. En el ámbito laboral o profesional así como en el sentimental. No hay dos relaciones iguales. Todas son diferentes. Experimentamos relaciones satisfactorias, placenteras, aburridas, divertidas o pasajeras. Pero también nos vemos envueltos en relaciones perjudiciales. Al igual que existen comportamientos negativos para la salud también existen relaciones perjudiciales para nuestra vida. Algo aparentemente tan sencillo, una relación que nos provoca dolor emocional, pero tan difícil de apartar de nuestro lado.

Una relación perjudicial no es mala solo mientras dura. Además puede tener efectos negativos a largo plazo que impidan nuestro desarrollo futuro. Toda relación perjudicial presenta una serie de rasgos y síntomas, más o menos, comunes. Algunas veces las relaciones pueden ser algo absorbentes y adictivas que nos impidan ver con claridad que no son buenas para nosotros.

– El maltrato. El maltrato no es solo algo físico. De hecho no es habitual que el primer maltrato que sufra la mitad de una pareja sea violento. Al contrario, suele empezar por algo verbal. Desde insultos constantes y repetitivos a minusvalorar cualquier cosa que hagas.

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-Posesión. Es cuando tu pareja te ordena todo lo que tienes que hacer y lo que no puedes hacer. Desde elegir la ropa que te vas a poner hasta decidir con quién puedes quedar. Nada de quedar con tus amigos en solitario o tenerte permanentemente localizado como medio de control.

– Celos. Los celos no son una demostración de amor exagerado por otra persona. Es una muestra de desconfianza permanente hacia la otra mitad de la pareja y no es algo que el simple paso del tiempo pueda corregir.

Mantener una relación por el hecho de no quedarnos solos es el principal error que a la larga puede desembocar en que nuestra relación se convierta en perjudicial.

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