Antes de tomar rayos UVA

 Antes de tomar rayos UVA
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Tomar el sol es necesario, tanto en invierno como en verano. No es tema estético (que también lo es). Está claro que el sol tiene innumerables beneficios, siempre y cuando se tome con precaución, para el organismo y la piel. Precisamente lo que las cabinas de rayos UVA hacen es emitir ese espectro de luz que el sol proporciona y dosificarlo en las cantidades adecuadas para nuestra salud.

Los riesgos de la exposición a los rayos ultravioleta en cabinas son superponibles a los efectos de la radiación solar; es decir, la dosis es acumulativa; las personas que acuden de forma regular a los solárium y se exponen de forma mantenida a los rayos incrementan los riesgos, al igual que sucedería con aquellas personas que se exponen de una forma crónica a la radiación solar.

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Es fundamental antes de tomar el sol saber qué foto-tipo cutáneo tenemos. No responde igual una persona de pelo oscuro, ojos oscuros y que pigmenta fácilmente con el sol que las personas de piel clara, ojos azules, pelo rubio o pelirrojos. El no tener en cuenta esto y que no te informen debidamente en tu centro lo único que provocará es un envejecimiento cutáneo precoz y la aparición de lesiones precancerosas y cáncer cutáneo como melanoma, carcinoma basocelular y espinocelular.

Se ha observado asimismo que aquellas personas que son usuarias habituales de cabinas de bronceado tienen un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de piel en un futuro. Conviene alternar y descansar la piel cada cierto tiempo.

En la actualidad la radiación ultravioleta se utiliza en los servicios de Dermatología para el tratamiento y control de distintas afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis atópica, algunos linfomas cutáneos y determinadas fotodermatosis. Eso sí, siempre y cuando respetemos los tiempos, las exposiciones y tomemos las medidas necesarias.

Tanto el área genital como la cara son zonas más sensibles a este tipo de exposición, por lo que deberemos protegernos bien cuando decidamos tomar el sol en una de ellas.

El día que tengas previsto ir a tomar rayos no uses perfumes ni cremas, ya que puedes desarrollar foto-sensibilidad y que te salgan manchas.

Comprueba que las máquinas hayan pasado su revisión. Que no te de vergüenza preguntarle al encargado por el mantenimiento de las cabinas, es tu piel la que está en juego.

Sobre todo protege tus ojos. Pide unas gafas protectoras o si eres asiduo cómprate unas, que son muy baratas y prácticas y protegerán tu vista. De igual manera, hay que espaciar las sesiones. Al principio tendrás que dejar mínimo 4 días y conforme vayas cogiendo color podrás juntarlas un poco más. Y con un espaciamiento entre ellas de al menos 48 horas.

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