¿Dormir bien? Si, gracias

 ¿Dormir bien? Si, gracias
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En las dos últimas décadas, el mundo occidental ha modificado sensiblemente pautas de la vida diaria.

 

Además de la velocidad que imponemos a todas nuestras actividades, es notoria la menor cantidad de horas que dedicamos al reposo nocturno, momento durante el cual se debiera dormir, al menos 6 a 8 horas según la persona. En el transcurso de esas horas ocurren en nuestro organismo situaciones ignoradas por nosotros, como por ejemplo: secreción de hormonas, modificaciones de temperatura, de la frecuencia cardiaca y de la respiratoria, cambios en las actividades digestivas, etc. Todas son fundamentales para el mantenimiento de la salud y el desarrollo adecuado de los actos de nuestra vida diurna.

La vida de hoy en día nos obliga a estar despiertos más tiempo, o simplemente le dedicamos en ocasiones demasiadas horas al ocio nocturno, sobre todo en los fines de semana. La consecuencia de ello es que, al disminuir las horas necesarias de sueño, se padecen durante el día diferentes situaciones de cansancio. Los síntomas que más comúnmente aparecen en las personas que duermen poco, de forma voluntaria (autoprivación de sueño) son la dificultad para concentrarse mentalmente, la disminución de la velocidad para ejecutar las actividades cotidianas, decaimiento, desinterés, alteraciones del carácter y somnolencia durante el día.

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El Ronquido con o sin Apnea del Sueño también es el causante de síntomas similares y a veces mucho más graves (apnea: interrupción de la respiración durante el sueño). Las publicaciones médicas más importantes han llamado la atención sobre falta de conocimiento de la población acerca del dormir, y sobre todo del dormir bien. Salir de fiesta no tiene porque ser sinónimo de dormir mal.

¿Qué es dormir bien?

Se trata de un concepto subjetivo, pues, hasta ahora, la evaluación la realizamos cada uno de nosotros. Por ello, es conveniente saber que, además de la cantidad de horas que se dedican al sueño, éstas deben ser rendidoras para la actividad diurna. Es decir que debe ser tenida en cuenta la “calidad del sueño”.

Pasamos a detallar algunas pautas para dormir bien:

• Dedicar al sueño nocturno una cantidad de horas regular y satisfactoria (6 a 8 en los adultos).

• Sentirse descansado y animoso al levantarse en la mañana.

• No levantarse, y no hablar durante el sueño ya que alteraría las fases del sueño.

• No roncar ni tener interrupciones respiratorias es imprescindible para asegurar un descanso efectivo.

• No tener sueños desagradables o pesadillas de forma reiterada. Esto es indicador que algo falla, contrólalo.

• Acostarse y levantarse aproximadamente a la misma hora (aunque parezca casi imposible) es muy importante.

• Dormir con ropa cómoda, manifiestamente holgada (no es preciso dormir desnudo, sobre todo si estas solo en la cama, acompañado es otro tema).

• Ni que decir tienen que un buen colchon y una buena almohada lo son todo para asegurar el descanso. Evita camas excesivamente blandas, aparentan ser cómodas para son nefastas para tu cuerpo y tu descanso.

Si eres de los que les cuesta dormir y no sabes porque, solo decirte que el uso de sedantes para “solucionar” el problema, puede, al contrario de aportar una solución, empeorar el problema con el tiempo. A voz de pronto, con el tiempo puedes tener problemas de memoria. Este consejo es aplicable a cualquier sustancia que uses para dormir, solo tu puedes conseguir ese descanso tan merecido. Inténtalo.

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