El sedentarismo, una enfermedad urbanita
Se asocia el termino sedentarismo cuando una persona no realiza apenas ningún tipo de actividad física, lo que coloca al organismo en situación de indefensión ante enfermedades, especialmente las cardíacas. Esta conducta se manifiesta en la vida moderna urbana, donde la vida cotidiana asume que todo está pensado para eludir cualquier esfuerzo físico.
Como consecuencia del sedentarismo los síntomas de la obesidad aparecen como un problema preocupante.
Las consecuencias pueden ser muchas, pero las más notables son las siguientes:
Propensión a la obesidad: la persona sedentaria no quema las grasas que consume y estas son almacenadas en áreas como el abdomen, lo que aumenta su volumen. Contrariamente a lo que se piensa qué, reduciendo la cantidad de alimentos con las dietas se reduce el volumen de grasas, las dietas sin un régimen deportivo lo único que hacen es activar dichos “almacenes de grasa”. Una dieta sin deporte está condenada al fracaso.
Debilitamiento óseo: la falta de actividad física provoca que los huesos pierdan fuerza y se debiliten, lo que permite el paso a enfermedades óseas como la osteoporosis, provocando que es que los huesos dejen de ser compactos y por ello debilitando la masa ósea de la persona.
Cansancio súbito ante cualquier acción que requiera trabajo físico como subir escaleras, tener relaciones, caminar, levantar objetos o correr: el aumento del volumen de materia grasa en el organismo provoca también el colesterol en el cual las arterias y venas se convierten en depósitos de grasas que las bloquean por saturación, lo que hace que la corriente sanguínea hacia el corazón sea menor y por consiguiente tenga que hacer un mayor esfuerzo.
De esto vienen los problemas cardiacos y las fatigas ante cualquier actividad, ademas de problemas de espalda que se generan frecuentemente y propensión a desgarros musculares que se convierten a la larga en un problema. Minimizar el sedentarismo es reducir también el riesgo de enfermedades. No hace falta que te apuntes a un gimnasio y gastes dinero para evitarlo, cualquier actividad física regular puede reducirlo, entre ellas encontramos:
Caminar es la actividad física más barata y elemental ademas de completa. No se trata de recorrer un par de metros por los pasillos de casa, sino de fijarse metas, como el recorrer un kilómetro cada día.
Una vez dispongas un mínimo de fondo físico, puedes plantearte actividades que requieren mayor esfuerzo como por ejemplo el senderismo o el montañismo. Ten en cuenta siempre la regla de oro par tus desplazamientos en la ciudad, que es no utilizar vehículos siempre y cuando no sea imprescindible.
Otros deportes que puedes practicar
Si puedes, la natación, ten en cuenta que es el deporte más completo, porque pone en movimiento todos los músculos del organismo.
El ciclismo, sobre todo practicado en equipo, puede resultar un deporte atractivo, además que la bicicleta puede ser un medio de transporte dentro del barrio, la urbanización e incluso en lugares de trabajo o estudio con grandes áreas.
Los gimnasios son bastante populares y están de moda. Para algunas personas no de ja de ser una vanidad asistir a ellos, pero a decir verdad son los lugares más completos para garantizar el ejercicio físico que el organismo requiere.
Bailar (aunque suene a risa), ademas de ser una actividad divertida y presente en todas las culturas, es otra manera de mover el cuerpo y salir del sedentarismo. Pruébalo.
El atletismo, el running o simplemente salir a correr, es la actividad deportiva más antigua y el sinónimo de deporte por excelencia que explota todas las capacidades del organismo, tanto fuerza como resistencia. Puedes hacerlo por libre o sumarte a múltiples grupos que lo practican.