Gays en China: saliendo de las sombras
En China, la homosexualidad ya no es el tabú que solía ser. Se ha descriminalizado y se ha quitado de la lista de desórdenes mentales. No obstante, los gays tienen dificultades para encontrar su sitio dentro de una sociedad y un gobierno muy tradicional, y con ideas occidentales importadas vía Internet.
Cuando la bigamia se prohibió en el siglo XIX, el matrimonio se volvió más forzoso que nunca, y más si se quería mantener el culto a los ancestros y continuar con el linaje. Incluso entonces, no era raro para estos hombres casados emplear sirvientes o trabajadores jóvenes. El concepto de la homosexualidad exclusiva nunca existió en la China antigua. La psiquiatría china introdujo el concepto hacia 1920. Hasta entonces, y todavía hoy, la gente utiliza recursos poéticos para hacer referencia a ello, como «la pasión de la manga corta» o «amar el melocotón compartido», que normalmente hacen referencia a anécdotas entre emperadores y sus favoritos.
A partir de 1949, China, que desde entonces fue república popular, entró en un período de represión que duró al menos 20 años. El placer personal iba contra las normas, y las prácticas sexuales no estándares se veían como crímenes mezquinos. A lo largo de la Revolución Cultural, de 1966 a 1976 (año de la muerte de Mao Zedong), los gays eran expuestos a la vergüenza pública o internados como criminales. Después de Mao, Deng Xiaoping todavía asociaba la homosexualidad con drogadicción, robo y perversión, pero también emprendió una apertura al mundo occidental hasta la fin de su reinado, en 1977.
Según el magazín popular, «A tu salud», y a pesar de la opinión popular, la homosexualidad era presente en todas las clases en 1985; de ahí la necesidad de aceptar los gays. Para entonces, un número creciente de científicos, sociólogos, psicólogos y sexólogos mencionaban la homosexualidad como «un estilo de vida alternativo normal y aceptable para una minoría». En aquellos días, a parte de pocos bares en Hong Kong, la homosexualidad sólo se podía practicar a modo de cruising.
En 1989, se descubrió oficialmente el primer caso de SIDA. Para entonces, el gobierno parecía abrirse un poco. El primer sondeo nacional reveló que el 2’54% de los estudiantes y de los hombres de ciudad casados mantenían relaciones homosexuales. Pocos meses después, Hong Kong fue la primera localidad de Asia del Este en descriminalizar la homosexualidad. En 1992, una fecha que pasará a la Historia, dio luz el primer grupo de soporte («World of Men») y la primera publicación («Their World»). Con la aprobación gubernamental y de los medios de comunicación oficiales, se estableció un teléfono de soporte, siendo cerrado seis meses más tarde, puesto que el iniciador del proyecto levantó demasiada polémica acerca de los derechos de los gays.
En los años 90, casi todos los pueblos tenían una pequeña comunidad gay y un bar, pero salir del armario todavía era demasiado duro. En 1993, sólo el 1% de los gays se consideraban, ellos mismos, normales. En 1996, más de 200 personas se concentraron en Hong Kong en el primer encuentro acerca de los derechos civiles de los «tongzhi» (camaradas), el nombre que los propios gays y lesbianas escogieron para ellos mismos. Y en 1999 el número de gays considerándose normales se disparó hasta el 78’9%.
Con la subida al poder de Jiang Zemin en 1997, la homosexualidad fue legalizada y los contactos a través de Internet aumentaron desmesuradamente, aunque las relaciones sexuales que incluían a más de dos personas eran ilegales. A parte de las conferencias, artículos e investigaciones que se realizaban, se publicaron muchas películas, aunque muy poco popularizadas: «The Wedding Banquet», «Farewell My Concubine», «East Palace West Palace», «Happy Together», «Hold You Tight», «Mrs. Qing’s Protégé» y «Lan Yu».
A principios del 2002, según Radio China Internacional, el primer manual chino de educación sexual para jóvenes mencionaba que el 60% de los estudiantes se consideraban tolerantes con la homosexualidad, si bien 10 años antes sólo el 9’6% de los estudiantes la consideraban normal. En marzo de 2002, el periódico oficial puso en titulares: «Homosexualidad en China: Más Tolerancia, Menos Prejuicio». En junio, presuntamente por razones de seguridad anti-incendio, el gobierno cerró unos 2400 Cafés-Internet en Beijing, extendiéndose la campaña a otras ciudades, como Shangay. «Los cambios positivos sólo conciernen a la élite china. El progreso real tardará varios años.»
Fuente: Yves de Matteis -Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (www.ilga.org)
Joel Sàmper (resumen y traducción) Comisión de Solidaridad Internacional (intercgl@cogailes.org)
Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya
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