LA ALERGIA PRIMAVERAL

 LA ALERGIA PRIMAVERAL
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Aunque se habla de alergias de primavera en términos generales, este término suele referirse esencialmente a la alergia al polen o polinosis, que cada vez afecta a una mayor proporción de la población.

No en todas las primaveras hay la misma cantidad de polen.

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La lluvia: si durante los meses de otoño e invierno llueve mucho, esto hace que las plantas se desarrollen más y suelten más polen en la época de primavera, por lo que, si esto ocurre, las personas alérgicas al polen suelen sufrir más sus síntomas. De igual manera, si durante la primavera llueve o hay un ambiente húmedo, hay menos polen porque el agua lo elimina, mientras que, si la primavera es seca, hay mucha más concentración de polen en el ambiente. Los síntomas más comunes en la alergia primaveral son: estornudos, picor de ojos y goteo nasal.

Existen dos métodos que permiten tratar la alergia al polen: La inmunoterapia, más conocida como vacuna de la alergia. Este tratamiento consiste en la administración -por vía subcutánea o sublingual- del elemento que provoca la alergia en dosis cada vez más elevadas, hasta un máximo preestablecido por el médico especialista en Alergología. Este proceso puede durar entre 3 a 5 años y es el único tratamiento capaz de mejorar la alergia e incluso puede lograr que esta desaparezca. Los antihistamínicos: son unos medicamentos que permiten aliviar los síntomas de la alergia.

Estos fármacos bloquean la acción de la histamina, una sustancia química que genera nuestro cuerpo que provoca síntomas propios de la alergia. Además de en las reacciones alérgicas, esta sustancia también interviene en la secreción de jugos gástricos y en la regulación de los ciclos del sueño. En la actualidad, los antihistamínicos más utilizados son la Cetrizina, la Desloratadina, la Ebastina, la Levocetrizina y la Loratadina. Para la congestión nasal, se pueden utilizar otros productos como productos descongestionantes por ejemplo, oximetazolina.

Antes de someterte a cualquiera de estos tratamientos debes consultar con tu médico o a tu farmacéutico. ¡No te auto-mediques! Además, existen unas sencillas medidas que puedes poner en práctica para aliviar los síntomas de la alergia primaveral. Usa gafas de sol y una mascarilla que te cubra nariz y boca si vas a permanecer largos periodos de tiempo en el exterior. Mantente informado de los recuentos de pólenes de tu ciudad. La SEAIC tiene una web en la que podrás consultar los niveles de esta sustancia en el ambiente: www.polenes.com.

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