Las alergias en primaveras

 Las alergias en primaveras
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La alergia consiste en una reacción súbita y exagerada del organismo ante una sustancia que la percibe como un agente nocivo. En nuestro cuerpo existen una serie de componentes, células y proteínas, que se encargan de protegerlo cuando es agredido por agentes extraños. Estos componentes forman el sistema inmunológico. En ocasiones, los elementos que son considerados dañinos para el organismo, aun que no sean peligrosos, así es como lo percibe el sistema de defensa. Al entrar en contacto estos agentes con el organismo se produce una respuesta exagerada que produce los síntomas de las alergias. Las sustancias que pueden provocar este tipo de alergias son muchas aunque las más frecuentes son el polen, algunos alimentos, medicamentos, etc.

ALERGIA AL POLEN 

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En la época del año que se producen un mayor numero de casos con reacciones alérgicas es en primavera es que debido a que muchas plantas que florecen, durante este tiempo se producen gran cantidad de polen que es esparcido a la atmósfera. En los países desarrollados, la estimación es de que un 15% de la población sufre este tipo de alergia. No todas las plantas pueden producir alergia sino aquellas que se polinizan por el aire. En España, las plantas responsables del mayor número de alergias por polinización son los árboles como el roble, el olmo, el plátano o el olivo y, en verano, hierbas como la grama dulce (gramíneas) o malezas como el cardo.
¿Qué es el polen? El polen es una sustancia muy pequeña, mas bien diminuta y casi microscópica , que contienen en su interior células espermáticas, que son producidas por el aparato reproductor masculino de la flor y su misión es transportar las células espermáticas al aparato reproductor femenino para producir la fecundación y dar lugar al fruto. Una sola planta puede producir miles de granos de polen que, en la planta, tiene un aspecto de polvo amarillento pero que, al dispersarse en el aire, no se ve. El polen es reconocido por el cuerpo como una sustancia enemiga a la que hay que eliminar, al igual que hace con las bacterias o los virus.
¿Quién la padecerá ? Esta enfermedad tiene una fuerte carga genética. Existen una serie de factores hereditarios que condicionan una predisposición a padecerla. Aunque la persona tiene que entrar en contacto con la partícula para sufrir la alergia. Cerca de un 80% de los hijos de padres polínicos tienen tendencia a padecer esta enfermedad. Suele afectar desde la infancia, reincide cada primavera, y suele remitir a partir de los cuarenta años.

SINTOMAS

 la alergia al polen produce rinitis estacional, los síntomas varían de una persona a otra aunque, por lo general, se caracterizan por picores e irritación de ojos, nariz, paladar y faringe, algunas personas padecen síntomas más graves como son, además de los anteriormente citados, cefaleas, irritabilidad, depresión, insomnio, estornudos y lagrimeo. En ocasiones la persona nota dificultad para respirar y un silbido con la respiración. Cuando estos síntomas aparecen repetidamente cada año con el comienzo de la primavera, lo más probable es que se padezca esta enfermedad. En ese caso se debe acudir al médico para que realice un diagnóstico definitivo.

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DIAGNOSTICO

 El médico tras realizar examinar al paciente, realizar una exploración física y conocer su historial médico y los antecedentes familiares, puede realizar una serie de pruebas como el test cutáneo. El test cutáneo o prueba alérgica cutánea consiste en aplicar una serie de sustancias conocidas que suelen producir alergias, se inyectan mediante una lanceta a unos pocos milímetros por debajo de la piel, cada sustancia se inocula por separado para poder observar cuál de ellas es la que produce la reacción alérgica. Transcurridos unos 15 o 20 minutos se observa la piel para ver qué zona enrojece. La analítica de sangre sirve para determinar la presencia de anticuerpos específicos frente a ese alérgeno, cuando se trata de otras sustancias como algunos alimentos o medicamentos, habrá que someter al paciente a una inducción a la reacción bajo control médico. En primer lugar se tendrá que identificar los factores que provocan la alergia y tratar de evitarlos, si con esto no se consigue nada, bien porque sea insuficiente o bien porque no se pueda evitar o disminuir el contacto, el médico puede administrar un tratamiento farmacológico. Otra opción sería la vacuna contra la alergia.
Para evitar el contacto con el polen, en primavera y verano, se pueden establecer una serie de medidas preventivas que nos ayudaran a tener una mayor calidad de vida, pero que no evitaran al 100% dicho contacto.
Cerrar las ventanas por la noche y/o utilizar aire acondicionado con filtros. Disminuir las actividades al aire libre entre las 5 y las 10 de la mañana y de 19:00 a 22:00 de la noche, en estos períodos de tiempo, la cantidad de polen es mayor en la atmósfera. Mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en el coche. Si es posible instalar filtros en el sistema de aire acondicionado del coche y cambiarlos regularmente a menudo. En los días en que la concentración de pólenes es mayor en la atmósfera, procurar permanecer el mayor tiempo posible en casa. Y evitar salir en los días de viento cuando la polinización es alta. Elegir una zona libre de pólenes para las vacaciones y tomar éstas cuando sea el período álgido de la polinización. No secar la ropa en el exterior en esos días, ponerse gafas de sol al salir a la calle y evitar tumbarse en el césped.
Los medicamentos que se emplean son los llamados antihistamínicos. Se consumen por vía oral, también hay colirios y gotas. Estos fármacos no curan la enfermedad, su utilidad se encuentra en paliar los síntomas, haciendo que disminuyan los estornudos y el lagrimeo. Deben ser recetados por el médico a la dosis adecuada para cada paciente. Otro tipo de medicamentos son los corticoides que se administran por vía tópica o a través de una inyección. También la vacuna puede resultar eficaz en muchas personas. Consiste en aplicar pequeñas cantidades del alérgeno durante un período de tiempo. Estas inyecciones reducen la cantidad de anticuerpos IgE en la sangre.
La vacuna consigue en muchas personas que, pasado un tiempo, su organismo deje de reconocer esa sustancia como un agente dañino y, por lo tanto, no se la reacción alérgica.

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Para mas información en la red:

-Red Española de Aerobiología: http://www.uco.es/investiga/grupos/rea/index.html
-Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica: http://www.redestb.es/csim/
-Consejería de Sanidad de la CAM: http://www.comadrid.es/sanidad/frame_polen1.htm
-Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica: http://www.seicap.org
-Academia Americana de la Alergia, Asma e Inmunología: http://www.aaaai.org
-Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica: http://www.eaaci.org/

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