Las fantasías sexuales

 Las fantasías sexuales
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Fantasear es fácil a grandes rasgos, solo hay que dejar correr la imaginación. Así, imaginando otras realidades, podemos vivir experiencias de todo tipo. Eso sí, en la mente. Durante mucho tiempo ha sido un tema tabú del que no se hablaba. Pero hoy en día sabemos que son algo sano y natural que nos ayuda a estimular el deseo sexual. Compartir las fantasías sexuales con la pareja refleja una buena comunicación sexual. En algunos casos, existen unas fantasías insanas que pueden generar problemas sexuales. Nuestras propias vivencias van tejiendo y perfilando ese amplio repertorio de emociones y sensaciones que guían las preferencias por las invenciones eróticas de determinada índole, dando lugar a fantasías directamente relacionadas con nuestras experiencias y prioridades. En el plano sexual, de una forma privada y personal, podemos ser capaces de dejarnos llevar por nuestros pensamientos eróticos y entrelazar mente, cuerpo y emociones, pudiendo vivir experiencias tremendamente placenteras, e incluso, llegar a desencadenar la respuesta sexual.

¿POR QUÉ TENEMOS FANTASÍAS SEXUALES?
Las personas tenemos fantasías sexuales porque tenemos deseo sexual. Así como también porque estamos dotados de una gran capacidad para imaginarnos situaciones y sentirnos como si las estuviéramos viviendo. El deseo sexual nos hace tener pensamientos sexuales espontáneos. Las fantasías sexuales son algo  más elaborado dónde podemos partir de un pensamiento sexual. Y recrearnos en él de manera voluntaria. Nos permite construir una escena en la que somos como el “director de la película” y también podemos aparecer en ella. Los hombres tienen más fantasías sexuales, las describen con mucho más detalle y expresan con mayor contundencia sus ganas de llevarlas a la práctica.

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Por ello es recomendable que las personas que tienen un bajo deseo sexual que elaboren sus propias fantasías sexuales. Esto les ayuda a estimular el deseo, a dejarse llevar más durante las relaciones sexuales. Y por supuesto a enriquecer su vida sexual.

HABLAR DE FANTASÍAS CON TU PAREJA
Las parejas que comparten sus fantasías sexuales tienen una buena comunicación sexual. Debemos tener en cuenta que las fantasías sexuales son como un deseo que no tiene por qué materializarse. Puede excitarnos imaginarnos determinada situación, sin que eso implique llevarla a la práctica. Lo mismo ocurre con los tríos o las orgías. Puede excitarnos imaginarnos participando en estas situaciones. Pero no significa que deseemos hacer realidad esa fantasía. Si quieres compartir tus fantasías con tu pareja es importante que no juzguéis al otro. Lo que a tu pareja le gustaría no tiene por qué gustarte a ti también.

¿CUÁNDO PUEDEN SER UN PROBLEMA?
Las fantasías sexuales son problemáticas o insanas cuando son la única manera que tiene la persona de excitarse. Algunas personas tienen unas fantasías insanas
a las que llamamos parafilias. Éstas se caracterizan por la aparición de impulsos sexuales intensos y recurrentes. O por fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades o situaciones poco habituales. Y que son un requisito para que el sujeto parafílico consiga excitarse y llegar al orgasmo. Por ejemplo, la persona solamente puede excitarse y llegar al orgasmo teniendo fantasías sexuales con animales. Las fantasías sexuales también pueden generar malestar en la pareja, aunque no haya una parafilia. Lo importante es que cada miembro de la pareja pueda decidir si quiere o no quiere llevarla a la práctica. Esto hay que hablarlo con calma y sin presiones. En ningún caso hay que pasar a la acción si alguno de los dos miembros no se siente cómodo.

VENTAJAS DE TENER FANTASÍAS SEXUALES
¿Quién dijo que las fantasías sexuales carecían de utilidad? Aquí dónde lo vemos, este término en ocasiones considerado jocoso, burlesco e incluso infravalorado tiene amplias ventajas tanto en el terreno erótico como en el personal. Las fantasías sexuales resultan ser un potente afrodisíaco, capaz de impulsar todas y cada una de las fases de nuestra respuesta sexual, potenciando el placer al máximo exponente. Así pues, resultan altamente creativas, ofreciendo un gran repertorio de nuevas conductas sexuales y siendo claramente liberadoras del hastío que pueden llegar a provocar unas relaciones rutinarias y aburridas, además de equilibrar situaciones de desajuste de carácter erótico y emocional entre ambos compañeros sexuales. También da lugar a relaciones mucho más espontáneas y relajadas, liberándose de esta manera de barreras y miedos que restan naturalidad e impiden llevar a cabo encuentros placenteros libres de ansiedades y presiones.
Sin duda, las fantasías sexuales ayudan a conocernos un poco mejor y enriquecen la visión que tenemos acerca de nosotros mismos y de los demás, suponiendo un aprendizaje completo y multidimensional capaz de proporcionarnos una agradable sensación de bienestar.

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