Las fiestas de Folsom Street. Puro Leather

 Las fiestas de Folsom Street. Puro Leather
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Como cada septiembre, y el de este año no habría de ser menos, a un lado y otro del Atlántico, se han celebrado los famosos y concurridos encuentros de Folsom Street, dedicadas al cuero y el fetichismo. Pero ¿qué son y en que consisten?. Hagamos un pequeño repaso para profanos y curiosos.

Ya hace 24 años que a un grupo organizado de amantes del cuero, la estética leather, el mundo de la SM y el fetichismo en general, de la mítica (en el panorama gay) ciudad de San Francisco y sus alrededores, se les ocurrió montar un festival donde reunirse y dar rienda suelta a su fantasías así como charlar de sus cosillas. Nació de esta forma el encuentro de Folsom Street, que se celebra en la ciudad americana, durante el mes de septiembre y entre las calles 7ª y 12ª , cerca de la Ópera de San Francisco, fuera del barrio de Castro.
Se trata de una semana llena de actividades, desde un increíble mercadillo donde se pueden encontrar los artículos más inverosímiles; desde arneses a ositos de peluche vestidos con chaps, de dildos de calibres imposibles a ropa paramilitar. Son muy vistosos los desfiles de moteros, con sus voluminosas Harley, sus cascos decorados, sus ropas de cuero y esos brazos tatuados que….¡yuuummm!. También hay un desfile a pie, donde el músculo es uno de los protagonistas y un montón de fiestas dedicadas al sexo, que no te puedes perder.

Aprovechando que en esa época, en San Francisco el tiempo es caluroso con noches frescas, la mayoría de los acontecimientos se realizan en plena calle, con una organización digna de admiración, por lo que es muy recomendable pasearse sin rumbo fijo, admirando todo el material, tanto el que se muestra en los tenderetes como el que se exhibe enfundado en trajes de cuero o militares, o mejor, el que se cubre con la ropa meramente imprescindible, sobre todo, esos machazos de cabello rapado, barba de tres días, pecho de lobo y brazos como los troncos de un roble. Hay que tener en cuenta que visitan el festival más de 300.000 personas y que entre ellas, como es natural, hay de todo. Es por ello que los organizadores recomiendan, si eres nuevo en esta plaza, lleves cuidado en donde te metes no sea que te propongan el llegar hasta algún punto al que no estabas dispuesto a llegar. También hay que tener un poquito de cuidado con las drogas, que durante estos días corren de manera un tanto libre y variada. Toma lo que quieras pero se consciente de los que te metes, es otro de los lemas de los organizadores. Por otro lado, y en caso de problemas, la seguridad pública corre a cargo de una sección gayfriendly del departamento de policía de la ciudad, aparte del casi centenar de voluntarios que participan en su puesta en escena, que es totalmente benéfica (los beneficios obtenidos de la feria, se dedican a fines humanitarios).

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Se recomienda no alquilar un coche, sino moverse en transporte público, ya que las calles están tan atestadas que es imposible aparcar y reservar un hotel con suficiente adelanto, ya que estar demasiado lejos de los acontecimientos puede significar perder el día en los desplazamientos.
Como la feria acaba en domingo, otra buena recomendación es dejar la ciudad la noche del lunes, para evitar las aglomeraciones del éxodo, aparte de disfrutar un día más de los encantos de esta bonita urbe.
Y si no puedes acceder a unos días de vacaciones en septiembre, tienes la posibilidad de visitar en julio, la feria de la calle Dore, una especie de hermana pequeña de la Folsom.

LA FOLSOM EUROPE, MÁS CERQUITA DE CASA
Si, ya lo sabemos, hacer un viaje transoceánico puede resultar un fastidio, máxime si una vez acabado, nos toca también atravesar de cabo a rabo todo el territorio de los U.S.A. Pero no tenemos que preocuparnos, por muy amantes de la piel teñida de negro y los arreos de sumisión que seamos. Cada septiembre se celebra en la relativamente cercana ciudad de Berlín la versión europea de Folsom Street.
Se trata de una feria de características similares a la homónima de las américas, pero con ese toque del viejo continente.

Cuenta con un montón de megafiestas y las mejores localizaciones de la ciudad alemana. Sin ir más lejos, este año, una de las sedes de las celebraciones fue el Umspanwerk, una enorme nave industrial, la primera a la que en tiempos, llegaron los cables de alta tensión que darían luz y energía a la ciudad. Un lugar ideal dado lo aficionados a esta estética postindustrial que se muestran los alemanes amantes del leather y el fetichismo.

Las asociaciones alemanas del cuero, vienen celebrando esta fiesta desde finales del 2003, con gran éxito y varios miles de visitantes. Berlín, además, resulta una ciudad ideal para este tipo de acontecimientos, dado el gusto que tienen los gay berlineses y alemanes en general, por la estética militar. Da gusto la densidad de chulazos vestidos de una suerte de oficial de SS de opereta, con licencias al patronáge, siempre y cuando realce sus encantos. Resulta también curioso la cantidad de mascotas (perros, particularmente) que existe en la comunidad de los amantes del cuero. Casi cada miembro o pareja, tiene su correspondiente can, ataviado con los correspondieses arneses. Otro de los loocks más corrientes en el festival, aparte de divertido, es el de monja pseudogótica o de enfermera castrense (ojo, no castradora); una concesión a la estética dragg, pasada por el filtro fetish.

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Y por si fuera poco, en la fiesta reina, como soberana indiscutible, Lilo Wanders, la gran diva de la escena berlinesa.
Cantante de electropop, actriz de cabaret y la primera presentadora de la televisión alemana que llevó a las ondas catódicas un programa sobre sexo (años después, cuando la temática empezó a perder audiencia, organizó una lotería televisada).

Lilo brilla con luz propia en el festival y aparte de erigirse como la emperatriz del mundo leather berlinés y definirse como gay, conserva una esposa con dos hijos biológicos y uno adoptado. Cosas del mundo dragg.

Así que si eres un entendido o simplemente aficionado a cualquiera de estas estéticas que constituyen un mundo en si mismas, ya te estás poniendo las pilas de cara a las próximas ediciones, que luego los aviones de última hora están carísimos y no hay manera de conseguir una habitación de hotel sino es en el quinto pino.

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