Sopas frias, un clásico veraniego

 Sopas frias, un clásico veraniego

Sopa fria

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A poca gente, con el calor, le apetece un cocido o un caldo – siempre hay excepciones, por supuesto, y a gustos, colores, pero por lo general, en verano, triunfan las sopas frías.

Aquí en nuestro país la reina indiscutible es el Gazpacho, cualquiera sea su variante. Se puede hacer clásico de tomate y pepino o muy ligero simplemente con sandía, ajo, tomate, aceite, vinagre y sal. Hay quien lo hace de fresas, cerezas o incluso de calabacín. Muy refrescante y saludable.  También tenemos a su prima el salmorejo, más espesa y sin pepino y que suele acompañarse de jamón y huevo duro.

Otro clásico que también nos llega del sur es elajoblanco, con almendras molidas. Si no nos van mucho las almendras podemos probar las versión con chufas, más horchatera. Deliciosos ambos acompañados con uva o melón.  Y hablando de melón, la sopa de melón se puede hacer de muchas maneras, con yogur o con nata, con almendras o incluso vainilla pero jamás le deben faltar las virutas de jamón serrano.

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La crema fría de zanahoriase presta a numerosas variantes, por ejemplo con mango y un toque de jengibre, o con manzana verde y coco. O hasta una crema de manzana al curry con zanahoria y naranja. Si os gustan los espárragos, se puede hacer una crema con espárragos blancos y verdes, ajo, huevo duro, vinagre, aceite y pan.

Con base de aguacatepodemos hacer crema con salmón, una crema con calabacín, o una con manzana verde y lima a la menta, para paladares más atrevidos.

Y si no sabemos de dónde sacar ideas, podemos mirar allende de nuestras fronteras. Del lejano norte nos llega el borsch, muy popular en Rusia y Polonia. Está elaborada con remolacha, cosa que le da un maravilloso y vistoso color casi fluorescente, además de yogurt y huevo cocido. Rusa también es la okrosha, que vendría a ser una versión en sopa de la tradicional ensaladilla (también lleva patatas, huevo) con mostaza.

Los franceses son aficionados a la vichyssoise, la crema fría de puerro y patata. El puerro también puede servirnos para una crema con manzana y limón. De los Balcanes nos llega el tarator, con yogur, pepino y eneldo. Quizás más conocida es la versión griega de este plato, el tzatziki, que lleva yogur, pepino, aceite, zumo de limón, menta, pimienta, eneldo y perejil. La bisaramarroquí está elaborada con guisantes y menta, que siempre resulta refrescante.

Y si queremos ponernos exóticos, siempre nos quedará Japón. ¿Qué tal una sopa fría de wakame? Lleva wakame, pepino, salsa de soja, vinagre de arroz, ajo, aceite de sésamo y guindilla.

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