Dresde, la Florencia del Elba

 Dresde, la Florencia del Elba

Panoramíca desde la Teaterplatz con el castillo de Dresde y la Hofkirche al fondo

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En medio del valle del Elba se alza majestuosa la capital del estado libre de Sajonia, Dresde. Conocida como una dama elegante y barroca, esta ciudad despliega toda su belleza a lo largo de las orillas del río, ofreciendo un espectáculo visual que combina arquitectura histórica con paisajes naturales de ensueño.

Una visita obligada es la exposición temporal titulada «El mundo necesita una bomba de estrógenos» en el Museo Militar de Dresde, que aborda el papel de la mujer en los conflictos bélicos. Es una reflexión poderosa y oportuna: mientras los hombres suelen ser quienes declaran las guerras, son las mujeres quienes sufren las consecuencias más cruentas, en conflictos donde la belleza y la humanidad son a menudo las primeras víctimas. Dresde, nuestra dama barroca, lo sabe bien. El 13 de febrero de 1945, los bombarderos aliados lanzaron miles de bombas incendiarias sobre la ciudad, desatando un infierno que duró cuatro días y dejó la ciudad en ruinas. Pero fueron las mujeres, con su valentía y determinación, quienes comenzaron a reconstruir lo que se conocía como la Florencia del Elba, apilando escombros y creando colinas que hoy están cubiertas de césped, simbolizando la resiliencia y el renacimiento de la ciudad.

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Uno de los centros neurálgicos del conjunto histórico de Dresde es la Theaterplatz, una amplia plaza presidida por la estatua ecuestre del Rey Johann, un monarca culto y autodidacta conocido por haber traducido la Divina Comedia y otras obras al alemán. Alrededor de esta plaza se encuentran algunos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, como la majestuosa Ópera Semper, un ejemplo impresionante de la arquitectura neorrenacentista, y el Zwinger, un palacio barroco con jardines exuberantes y galerías que albergan algunas de las colecciones de arte más importantes de Alemania.

No muy lejos, la Frauenkirche, una iglesia luterana reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial, se erige como un símbolo de paz y reconciliación. Subir a su cúpula ofrece una vista panorámica de Dresde y sus alrededores, revelando la armonía entre la arquitectura y la naturaleza que caracteriza a esta ciudad. Además, no puedes dejar de pasear por el Brühlsche Terrasse, conocido como «el balcón de Europa«, desde donde se puede disfrutar de unas vistas inigualables del Elba y sus paisajes circundantes. Dresde es una ciudad que no solo invita a descubrir su pasado glorioso y su dolorosa historia, sino también a maravillarse con su espíritu de renovación y su vibrante presente.

Opera de Dresde " Semperoper"
Opera de Dresde » Semperoper»

De todos ellos, quizás lo que más nos impresionó es el Dresdner Zwinger, un gran jardín rodeado de pabellones, fuentes y galerías porticadas que Augusto se hizo construir originalmente como invernadero para sus naranjos a principios del s. XVIII. Está decorado con 700 figuras de faunos, ángeles y diosas que representa las fuerzas de la naturaleza -Hèrcules sosteniendo la bola del mundo corona uno de los pabellones como alegoría del mismo Augusto, considerado el Hércules de Sajonia. Sobre el balcón principal, la Kronentor debe su nombre a la gran corona con tintes dorados que representa la corona de Polonia.

Dresdner Zwinger
Dresdner Zwinger»

Vale la pena dedicar al menos una hora para admirar las figuras, los rincones -como el baño de las nifas- y la arquitectura de los pabellones. Dos veces ha sido destruido – durante una revuelta en 1849 y bajo los bombardeos de 1945- y hasta 1963 no se terminó de restaurar totalmente.

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En una de las esquinas, Gottfried Semper construyó en el s. XIX el museo que acoge la Gemäldegalerie Alter Meister (la galería de los Viejos Maestros). Rubens, Rembrandt, Van Eyck, Rafael, Durero, Canaletto, Vermeer … La galería Semper reúne la crème de la crème del arte europeo entre el Renacimiento y el Rococó, unas 750 pinturas y una colección de esculturas que harán las delicias de cualquier amante del arte. www.skd.museum

Madona del Elba o Madona Sixtina, oobra de Rafael en el Museo de los Viejos Maestro en Dresde
Madona del Elba o Madona Sixtina, obra de Rafael en el Museo de los Viejos Maestro en Dresde

También en la Theaterplatz encontramos la Semperoper, el primer edificio de Gottfried Semper inaugurado en 1841 con la Cantata Jubela de Carl Maria von Weber. Dresde siempre ha destacado como una ciudad amante del arte y la música y a finales del XIX era, además, una ciudad rica. El edificio original sufrió ya un incendio en 1869, y el segundo fue engullido por el bombardeo aliado. La música vuelve a sonar – quizás a la tercera irá la vencida- desde 1985 al ritmo de una de las orquestas más antiguas del mundo, la Sächsische Staatskapelle Dresden. En este teatro han estrenado obras compositoras ilustres como Wagner o Schumann, además del dicho von Weber. Los tres vivieron en Dresde en algún momento de su vida.

Iglesia protestante Frauenkirche junto al monumento a Martín Lutero
Iglesia protestante Frauenkirche junto al monumento a Martín Lutero

Uno de los pocos elementos que sobrevivió al bombardeo del 45 es el Fürstenzug, un inmenso mosaico de 102 metros de longitud, hecho con 24.000 azulejos de porcelana de Meissen que ocupa toda una pared del Palacio Real y representa un desfile de 35 nobles, marcgravi, electores y príncipes de la casa de Wettin, Sajonia, acompañados por un cortejo.

Mural del desfile de los príncipes hecho con porcelna de Meisen
Mural del desfile de los príncipes hecho con porcelana de Meisen

El Residenzschloss, el Palacio Real, es uno de los edificios más antiguos de Dresde. Construido originalmente en 1200 mezcla varios estilos arquitectónicos. Durante 400 años fue la residencia de los electores, primero, y de los reyes de Sajonia posteriormente. Hoy acoge la Staatliche Kunstsammlungen Dresde, un complejo de museos que incluye la llamada Grünes Gewölde (Vuelta Verde), que guarda los tesoros de los soberanos – la mayor colección de joyas de Europa; la Sala Otomana, con una auténtica Jaima bordada entre las piezas estrella; la Armería, con una de las mejores colecciones de armas y armaduras del mundo – 10.000 piezas.

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Corona Polaca en el Zwinger
Corona Polaca en el Zwinger

Neumarkt

Neumarkt fue una de las primeras zonas habitadas de Dresde, centrada alrededor de la antigua Frauenkirche, a pesar de quedar fuera de la muralla. Augusto el Fuerte hizo construir una nueva iglesia de estilo barroco y parte del barrio se reconstruyó en estilo barroco tardío y rococó tras la guerra de los siete años. Como se puede imaginar, tampoco sobrevivió al bombardeo del 45. Terminada la Guerra, Dresde pasó a formar parte de la RDA y partes del casco antiguo se reconstruyeron al estilo socialista. Tras la reunificación se decidió reedificar la zona recreando su aspecto original, una obra que todavía se está llevando a cabo por zonas y no se mantiene exenta de polémica entre los defensores y detractores de la recreación. El punto de partida del proyecto fue la Frauenkirche, que, a pesar de ser considerada una obra maestra de la arquitectura europea, se había mantenido en ruinas como homenaje a las víctimas del bombardeo. No fue hasta los años 90 que, gracias a una iniciativa ciudadana, se comenzaron a recaudar fondos para la reconstrucción, culminada en 2005. Por la tarde Neumarkt es una plaza con mucha vida, terrazas, músicos callejeros y gente sentada bajo el monumento a Martín Lutero, sosteniendo la Biblia que él tradujo al alemán.

 

La Colorida República de Neustadt

La contrapartida a la majestuosidad serena de la ciudad vieja, Altstad, es la ciudad nueva, Neustadt, con una vibrante escena de bares, restaurantes, cafeterías y otros locales de ocio – unos 250. Este distrito, al lado de Albertsplatz, se alzó fuera murallas a mediados del siglo XVIII y prosperó durante el s. XIX, época en que se construyeron muchos de sus edificios. Tuvo la suerte de no salir demasiado mal parado de los bombardeos y hoy es uno de los núcleos urbanos más importantes del país que todavía conserva la arquitectura de la época del káiser Guillermo. Eso sí, combinada con graffitis y locales alternativos. Es el barrio abierto y cosmopolita de Dresde, el distrito más joven, donde viven los artistas, los estudiantes y las parejas jóvenes – la media de edad de los residentes es de 35 años.

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Tumba Lili Elbe
Tumba Lili Elbe

Lili Elbe

Como curiosidad, si pasas por el cementerio de Trinitatisfriedhof, puede buscar la tumba de Lili Elbe, la primera mujer transgénero que se sometió a la operación de cambio de sexo, justamente en la ciudad de Dresde. Un personaje que se dio a conocer gracias a la película La Chica Danesa, en la que era interpretada por Eddie Redmayne. Fue justamente la productora del filme que financió la renovación de la lápida.

Museo militar Dresde
Museo militar Dresde

El Museo de Historia Militar

Una gran flecha de cristal y acero sobresale de la fachada novecentista del Militärhistorisches Museum, apuntando hacia el casco antiguo de Dresde. Nos marca la dirección que llevaban los aviones de la RAF el 12 de febrero de 1945, fecha marcada a sangre y fuego, literalmente, en la historia de ciudad. En Dresde, la guerra es una sombra omnipresente, imposible de ignorar. Este museo hace un repaso de la historia militar alemana desde la Edad Media hasta nuestros días.

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