SEGUIRÁ SIENDO LA HOMOFOBIA LA LACRA DEL SIGLO XXI?
Este mes de junio volveremos a celebrar un año más el día del Orgullo Gay, como de costumbre desde hace unos años, será celebrado como un día de fiesta para unos y reivindicación para otros. Se sucederán eventos por doquier relacionados con el movimiento , fiestas populares, quedadas, carreras de tacones, hasta converger en la gran manifestación, junto con el reivindicativo desfile de carrozas y la gran fiesta final. Donde en primer lugar se leerá el manifiesto anual correspondiente sobre el lema o causa elegido para el año en curso.
Todo ello fantástico y divino de la muerte, ¡pues claro que sí! Pero no deja de existir una realidad subyacente, y es que la homofobia sigue siendo una auténtica lacra en la sociedad en la cual vivimos. A las pruebas me remito, las últimas agresiones sucedidas en las diversas comunidades autónomas y especialmente en Catalunya.
El repunte de la homofobia es patente, además del discurso de odio, que previo a las elecciones generales se ha hecho repetitivo formando parte de las señas de identidad del nuevo partido defensor de los valores Patrio Hispánicos, que al parecer envalentona y da alas ( no como cierta bebida energética) a un segmento de la sociedad que en su ideario, sumergido en la ignorancia, e intolerancia, preconiza ciertas fobias, las cuales al verse avaladas por supuestamente un partido “democrático” las hace suyas formando parte de una doctrina de odio, y hablando de doctrinas, para más inri en un supuesto país laico y aconfesional la iglesia católica sigue manteniendo una postura de intolerancia y menosprecio hacia el colectivo LGBTI.
La existencia de diferentes tipos de homofobia nos muestra que esta clase de discriminación por orientación sexual no es algo fácil de aislar y de detectar de acuerdo a conductas estereotípicas y repetitivas, sino que puede adaptarse a cualquier contexto, por cambiante que sea. Los tiempos van evolucionando, y las formas de homofobia, también.
Sin embargo, eso no significa que no podamos establecer categorías para entender mejor esta clase de discriminación y las formas en las que se presenta. Atendiendo al modo en el que la homofobia se transmite y se perpetúa, podemos encontrar las siguientes dos categorías.
La homofobia cultural
Este tipo de discriminación hacia las personas homosexuales se basa en leyes no escritas que son transmitidas de generación en generación a través de la transmisión oral y la imitación de conductas. La mayor parte de las expresiones de homofobia tienen que ver con esta categoría.
La homofobia institucional
Se trata del tipo de homofobia que tiene que ver con normas formalizadas y presentes en la normativa de organizaciones tanto públicas como privadas. Por ejemplo, en leyes que penalicen las acciones asociadas con la homosexualidad, o estatutos de empresa que justifiquen los despidos a personas homosexuales.
También se incluyen en esta categoría las muestras de homofobia promovidas por ciertos colectivos religiosos, incluso aquellos que no cuentan con una organización muy definida o no cuentan con textos sagrados, si bien en este caso se trataría de un fenómeno a caballo entre la homofobia cultural y la institucional.
Según su grado de expresión
La homofobia también puede ser dividida según el grado en el que se expresa o, por el contrario, permanece latente.
La homofobia cognitiva
Este tipo de homofobia se refiere a las creencias que forman parte del sistema cognitivo de personas individuales y que muestran la homosexualidad como algo negativo, normalmente relacionado con nociones vagas de lo que es “lo antinatural” y lo “degenerado”. Así pues, se fundamenta en estereotipos y en asociaciones entre conceptos vinculados a la homosexualidad que a la vez están asociados al rechazo o incluso al asco.
Por ejemplo, la predisposición de algunas personas a rechazar a sus hijos si llegan a saber que son homosexuales es una muestra de homofobia cognitiva.
La homofobia conductual
Este concepto hace referencia a las expresiones objetivas de homofobia por partes de individuos que no se escudan en ninguna norma para discriminar a los homosexuales por el hecho de serlo.
Por ejemplo, quienes organizan manifestaciones para quitarles derechos a quienes tienen una orientación sexual distinta a la heterosexualidad, quienes agreden físicamente a los homosexuales por el hecho de serlo, quienes excluyen a personas al creer que son homosexuales… las formas que puede adoptar la homofobia conductual son prácticamente infinitas, tan variadas como la conducta humana.
En consecuencia: hay mucho que cuestionar
Siglos de actitudes homofóbicas han dejado una marca cultural muy arraigada en nuestra manera de actuar y de pensar. Por eso, es importante cuestionarnos si ciertos comportamientos y creencias que creíamos inocuos no son en realidad una base para la homofobia.
En ocasiones, las acciones y actitudes discriminatorias pasan desapercibidas porque desde nuestra infancia hemos aprendido a verlas como algo normal, y a ver cualquier cuestionamiento de éstas como una salida de tono o una manera ridícula de pensar. Se trata de una desidia intelectual que se manifiesta en sufrimiento y victimas, ya que, si bien ciertos grupúsculos sociales no tienen por qué participar directamente en el acoso a homosexuales, sí participan en la perpetuación de un marco cultural que legitima esas acciones.
A diferencia de lo que piensa mucha gente, no hace falta ser homosexual para celebrarlo. Así que, si quieres participar en estos eventos y alzar tu voz contra la LGTBfobia durante la celebración del Pride Barcelona se realizarán actos reivindicativos y festivos con charlas, talleres, exposiciones, conciertos en directo y actividades para los más pequeños, que pretende dar visibilidad a todas las personas que conforman el colectivo LGTBI. Por ello y más que nunca hay que alzar la voz para frenar esta lacra social, STOP A LA HOMOFOBIA.
