¿Qué necesitan los hombres gais y bisexuales con VIH?
Manifiesto sobre las necesidades de los hombres gais y bisexuales que tenemos el VIH, realizado por los participantes en el grupo de ayuda mutua de Stop Sida.
“Somos un grupo de hombres de diferentes orígenes geográficos, con diferentes edades y que vivimos en Barcelona, pero tenemos dos cosas en común: somos gais o bisexuales y tenemos el VIH. Unos llevamos más de quince años infectados, otros tenemos diagnósticos más recientes y otros acabamos de conocer que tenemos VIH. Aunque algunos de nosotros hemos tenido dificultades para acceder al sistema sanitario por ser extranjeros sin permiso de residencia, todos tenemos acceso a la medicación para el VIH y eso hace que nuestro estado de salud esté controlado. Gracias a la medicación, sentimos que nuestra vida no está en riesgo, que nuestro estado de salud no es tan distinto al de las personas sin VIH. Sin embargo, vivir con VIH sigue siendo difícil en la mayoría de los ámbitos de la vida, porque, en nuestra sociedad, el VIH no recibe la misma consideración que otras enfermedades, como la diabetes, la hipertensión o el cáncer. Tal vez, tener VIH no tiene las implicaciones que hace años, pero, actualmente, sigue despertando –en nosotros y los demás— sentimientos de miedo, culpabilidad y vergüenza.
Para la mayoría de nosotros, todavía es complicado – en ocasiones casi imposible— hablar del VIH en público, con amigos, con la familia, con compañeros de trabajo… Las políticas públicas y la atención médica todavía se centran en nuestra capacidad de transmitir el virus, y no en nuestros intereses sociales, afectivos, médicos y políticos.
En este manifiesto, queremos recoger y presentar a la sociedad algunas de nuestras necesidades para que se respeten nuestros derechos, porque precisamente nosotros –las personas con VIH— somos los más afectados por el VIH.”
¿Qué necesitamos los hombres gais y bisexuales con VIH en la sociedad?
-Necesitamos poder hablar del VIH con naturalidad en cualquier espacio social (trabajo, casa, bar…). -Necesitamos que se hable del VIH –especialmente en los medios de comunicación—como se habla de cualquier otra infección/enfermedad, no como una tragedia. -Necesitamos que no se nos mire con miedo al comunicar nuestro estado serológico. No queremos tener miedo a comentar que tenemos el VIH. -Necesitamos que nos acepten en un trabajo conociendo que somos portadores del VIH.
¿Qué necesitamos los hombres gais y bisexuales con VIH en las relaciones personales?
-Necesitamos el apoyo de nuestras familias y que acepten la infección. -Necesitamos que la gente nos acepte y nos valore independientemente del VIH. -Necesitamos que no nos juzguen moralmente por tener el VIH. -Necesitamos que el mundo gay hable del VIH de forma realista y no solo del riesgo de infectarse.
¿Qué necesitamos los hombres gais y bisexuales con VIH en las relaciones sexuales y afectivas?
-Necesitamos que nos amen sin tener miedo a que se produzca una infección. -Necesitamos que se animen a vivir una vida con una persona con VIH, una vida de pareja.
-Necesitamos que nuestro estado serológico no sea lo que más importa a la hora de ligar.
-Necesitamos que la gente sea responsable de los riesgos que asumen en sus prácticas y que respeten los límites que acordamos. ¿Qué necesitamos los hombres gais y bisexuales con VIH en la relación con el sistema sanitario?
-Necesitamos que el personal sanitario comprenda y nos reconozcan como gais, y respeten nuestro estilo de vida sin hacer juicios morales.
-Necesitamos recibir información para tomar decisiones sobre nuestra salud, atendiendo a nuestras necesidades biomédicas y emocionales.
-Necesitamos una salud pública que se preocupe por nuestras emociones y sentimientos tanto como por nuestra capacidad de transmitir el VIH.
-Necesitamos que la atención médica (controles médicos, pruebas analíticas, medicación) interfiera lo menos posible con el desarrollo de nuestras vidas.
-Necesitamos una vacuna terapéutica para nosotros y preventiva para los que nos rodean.
¿Qué necesitamos los hombres gais y bisexuales con VIH en la relación con el Estado?
-Necesitamos que los derechos de las personas estén por encima de los beneficios económicos de las farmacéuticas, y no tener miedo a no recibir la medicación si no tenemos regulado nuestro permiso de residencia.
-Necesitamos que el Estado nos proteja frente a los intereses de las farmacéuticas y nos garantice la atención médica y farmacológica que necesitamos.
-Necesitamos que las políticas sanitarias respeten nuestro derecho a decidir cuál es el tratamiento más adecuado para nuestra situación y la forma en que queremos cuidarnos.
-Necesitamos que se nos tenga en cuenta y se facilite nuestra participación efectiva en el diseño de políticas de prevención y salud en torno al VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual. -Necesitamos leyes estatales que persigan la serofobia y la LGTBfobia como un delito.
[divider]BCN Checkpoint promueve la prueba del VIH para frenar el grave problema de las infecciones agudas entre los gais[/divider]
Una detección precoz del VIH mejora la calidad de vida de la persona infectada. Permite que reciba tratamiento para frenar su avance y evitar que el sistema inmunitario se vaya deteriorando hasta el punto de poner en peligro su vida.
El otro gran beneficio de la detección precoz es que contribuye a frenar el aumento de nuevos casos ya que cuando una persona con VIH recibe tratamiento la carga viral pasa a ser indetectable por lo que, según estudios recientes, el riesgo de transmitir el virus a otra persona se reduce casi a cero.
El grave problema de las infecciones agudas
BCN Checkpoint promueve la prueba del VIH especialmente para frenar el grave problema que suponen las infecciones agudas. Durante las tres primeras semanas de la infección es cuando el número de virus en la sangre es más elevado y, por lo tanto, la posibilidad de transmitir el VIH es también muy alta.
En este sentido Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint, donde se diagnostica 1 de cada 3 nuevos casos de VIH entre HSH en Cataluña apunta que «la mayoría de las nuevas infecciones se producen justamente por relaciones sexuales con personas que se han infectado recientemente que aún no están diagnosticadas y, por tanto, no reciben tratamiento «.
