Cansados después de ir a la playa
A la gran mayoría de nosotros nos gusta ir a la playa y disfrutar del agua y de largas horas tumbados en la arena tomando el sol.
Más de uno estará deseando empezar sus vacaciones (sino lo ha hecho ya) para darse un bañito, tumbarse en la arena y relajarse en este destino tan idílico en verano. Pero lo cierto es que ¿quién no ha vuelto de la playa más cansado de lo que iba?
Y eso que te has pasado el día sin hacer nada, hubiera sido mejor que ese cansancio por ejemplo resultara de hacer ejercicio… o no, tampoco vayamos a abusar de nuestros días de descanso.
Es muy importante pasar un rato al sol por los beneficios que éste nos aporta, como por ejemplo la vitamina D, pero a cambio nuestro organismo se ve afectado por otros factores que nos dejarán exhaustos.
Pero esta actividad para muchas personas representa todo un reto, dado que el cansancio que sienten se asemeja al de haber estado durante mucho tiempo haciendo deporte.
Seguramente que casi todos nosotros nos hemos sentido cansados al volver de la playa, pero realmente muy pocos saben las causas, vamos a ver algunos de los motivos por los que nos sucede esto.
Muchas personas achacan a la altitud, el roce con el agua o la arena a la hora de padecer cansancio al estar en la playa, son muchos los motivos que se barajan, nosotros nos vamos a centrar en los puntos físicos que sí son los responsables de que esto suceda.
Ante todo, debemos tener en cuenta que al estar en la playa pasamos muchas horas al sol, y esto tiene una serie de efectos en el cuerpo que acaban en cansancio.
En primer lugar, debemos tener presente que al estar tanto tiempo al sol transpiramos mucho más más de lo normal, por consiguiente, acabaremos reduciendo los niveles de minerales del organismo y agotándonos.
Para evitarlo es importante que bebamos líquidos constantemente y así mantener una buena hidratación y sobre todo un nivel de electrolitos adecuado.
Cuando el cuerpo acusa síntomas de deshidratación lo que hace es disminuir el rendimiento muscular, y por eso es por lo que nos sentimos más relajados y con menos energía después de volver de la playa.
Precisamente este exceso de sudoración y esta predisposición del cuerpo para permanecer sin actividad y así no gastar más líquidos nos lleva a disminuir la presión arterial. Esta bajada de tensión es una de las culpables de que después de tomar el sol nos sintamos cansados y sin ganas de hacer nada.
La mejor recomendación que puedo dar para no acabar así es evitar la exposición al sol en las horas de máxima intensidad.
Si queremos broncearnos, es mejor tomar el sol en las últimas primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde, siempre teniendo en cuenta que la exposición prolongada al sol es un factor de riesgo para el cáncer de piel.
Además, si te quemas, tu cuerpo intentará sanar la quemadura enviando líquido a la piel y la deshidratación, con todas sus consecuencias, aumentará.
Por otro lado tomar baños frescos para hacer descender la temperatura externa del cuerpo. “De esta forma, el organismo se estabiliza y puede funcionar mejor”, Por ello es muy importante ir siempre provistos de líquidos (agua, bebidas isotónicas, refrescos…) y, a poder ser, fruta, ya que esta contiene minerales y vitaminas que nos vendrán muy bien para aguantar mejor el día playa y evitar así la bajada de presión arterial.
Eso sí, cuidado con el abuso de bebidas como la cerveza, que todos sabemos que apetece una bebida fría como esta en un día de playa, pero hay que recordar que es una bebida alcohólica (si es con alcohol, si no lo es nos ahorramos este punto) y diurética, por tanto lo que puede provocarnos es que tengamos más sed y, además, orinemos más de lo necesario. Por tanto, recordad no abusar de ella.
